A todos los valencianos:
El próximo 9 de Octubre se conmemorará el Día de la Comunidad Valencia en recuerdo, vale la pena no olvidarlo, de la entrada del Rey Jaime I en la ciudad de Valencia en 1238. De aquel episodio derivó la formación del Reino de Valencia, integrado en la Corona de Aragón con administración y entidad propia hasta el Decreto de Nueva Planta promulgado por Felipe V, aboliendo todas las instituciones de la Corona de Aragón.
Lo que se conmemora el 9 de Octubre es la liberación de la ciudad de Valencia de las huestes islámicas, por mucho que eso sea políticamente incorrecto recordarlo hoy. No vamos a insistir sobre este punto que está suficientemente claro e indiscutible: la incorporación de Valencia al Reino de Aragón y la creación del Reino de Valencia como entidad diferenciada, implican directamente la reincorporación del territorio a la España al proyecto de vida en común que tenían presentes desde Covadonga todos los núcleos que dieron vida a la Reconquista tanto en los Pirineos como en los montes cántabros y astures: recuperar la libertad y la unidad del antiguo Reino visigodo de Toledo.
En esta edición del 9 de octubre hay dos hechos políticos que debemos tener presentes: el primero de todos es que el Día de la Comunidad Valenciana se celebra en plena ofensiva independentista en Cataluña; el segundo que el Partido Popular que ha gobernado ininterrumpidamente en la Comunidad desde 1995, está a punto de perder la mayoría absoluta.
Hace falta leer La Nacionalitat Catalana de Prat de la Riba, uno de los fundadores del nacionalismo catalán y especialmente su capítulo El imperialismo catalán para entender el peligro que supone para nosotros valencianos el nacionalismo surgido al otro lado del Ebro. Para el nacionalismo catalán y para el independentismo, Valencia no es más que “Cataluña Sur”. A despecho de que a nadie se le escapa que ambas comunidades, aun teniendo aspectos similares y una parte de historia común, están perfectamente diferenciadas y tienen personalidades propias, el nacionalismo catalán se obstina en homogeneizarlas y ver en ellas, no una síntesis siquiera de rasgos comunes, sino que ve a la Comunidad Valenciana como una prolongación de la idea que los nacionalistas se hacen de Cataluña.
Esto es, por supuesto, inaceptable para nosotros valencianos. El 9 de Octubre es un buen día para recordar que no existió jamás una “confederación catalano-aragonesa”, sino un “Reino de Aragón” formado por distintos entidades, uno de los cuales era el Reino de Valencia, nuestra tierra. Nosotros reivindicamos hoy esa realidad histórica y el reconocimiento de que los reinos peninsulares de la Reconquista no eran nada más que paréntesis entre la conquista islámica y la liberación del Islam en 1492.
Hace falta, pues, oponerse con uñas y dientes a quienes sostienen que la “vía catalana” debe de prolongarse hasta Guardamar (límite sur de Cataluña para los independentistas). Hay que denunciar de manera incansable el papel ideológico de TV3 y de los medios de comunicación dependientes de la Generalitat. Hay que denunciar a los títeres de la Generalitat de Cataluña en la Comunidad Valenciana, a los quintacolumnistas del nacionalismo que difunden entre nosotros la sífilis independentista financiada por la Generalitat de Cataluña. No hay término medio en este punto: o se asume que la Comunidad Valenciana es “Catalunya Sud” o se asume que es una comunidad con rasgos identitarios propios. Nosotros, España2000, defiende esta última opción y llamamos a todos los valencianos a estar alerta ante quien defienda las tesis colonialistas e imperialistas del nacionalismo catalán.
El segundo elemento a tener presente en esta fecha es que nos aproximamos a un momento en el que el PP va a perder el liderazgo y la mayoría absoluta que detenta entre nosotros desde hace casi 20 años. Hay que felicitarse de que un partido que ha protagonizado los mas altos niveles de corrupción en la comunidad (eso sí, disputando este liderazgo con un PSPV que no está dispuesto a ceder en este terreno), empiece a ser puesto en su lugar por la ciudadanía.
El esperpento en que se convirtió el gobierno de Camps con sus trajes a medida financiados por la trama corrupta, los casos miserables de corrupción que han dejado en Castellón un aeropuerto sin vuelos, la política de “grandes eventos” que supuso inversiones multimillonarias y beneficios nulos, la proximidad de los grandes nombres del PP a la “trama Urdangarín”, la situación de desindustrialización que ha llegado a límites extremos en Alicante y la paralización de la industria de la cerámica en Castellón, la llegada de más de 750.000 inmigrantes cuando menos necesidad tiene la Comunidad de mano de obra foráneo, y, finalmente, el despotismo con el que el PP ha actuado en nuestra Comunidad creyendo que es su huerto particular, todo ello hacen que nos congratulemos de que el PP esté próximo a perder su mayoría absoluta entre nosotros.
Pero también esto ha de hacernos reflexionar sobre su significado. El que un partido indeseable y compuesto en buena medida por indeseables, se disponga a entrar en su ocaso, solamente podría suscitar entusiasmos, si no fuera porque quienes se preparan para sustituirlo, ni son mucho mejores, ni son garantía de orden, buena gestión, estabilidad y decencia. Son partidos que tienen “hambre atrasada”, que en los ayuntamientos ya han dado muestras de su “valía”, que tienen posiciones muy distintas entre sí (porque lo que sustituirá al PP no será un gobierno monocolor de otro partido, sino una coalición atada con alfileres y extremadamente inestable) y que, allí donde han gobernado con coaliciones similares (Galicia, Cataluña, Baleares), su gestión se ha coronado siempre con situaciones todavía más indeseables que las que habían heredado.
Es hora de que los valencianos tomen la palabra por encima de partidos de derechas o de izquierdas. Más allá de la derecha y la izquierda, existe vida. Es más: es ahí, en sectores políticos que consideramos que la derecha y la izquierda ya no pueden aportar nada más ni nada bueno a nuestro país, en donde existen las únicas garantías de renovación política y social para nuestra Comunidad y para el conjunto de España.
Por eso, desde España2000 os llamamos a todos los valencianos a afirmar nuestra personalidad como parte del Estado y de la Nación española, diferenciado y leal.
Os llamamos a afrontar decididamente el expansionismo catalán, a denunciar a los quintacolumnistas del mismo y a oponernos a su proyecto histórico que ha entrado en la actualidad en una fase crítica.
Os llamamos a denunciar a los partidos que han gestionado la Generalitat Valenciana en las últimas décadas como responsables del caos y del vacío actual, como corresponsables de los actuales niveles de corrupción y de desintegración económico-social que estamos sufriendo.
Os llamamos, finalmente, a participar en la construcción de una fuerza política que tome el relevo de los actuales partidos políticos agotados y sin proyecto y defienda la personalidad específica del antiguo Reino de Valencia, leal a la Nación y al Estado español.
Os llamamos, en definitiva, a que os integréis en las filas de España2000, integréis y reforcéis nuestras candidaturas en las próximas elecciones municipales y trabajemos entre todos para construir un movimiento histórico capaz de sacar a nuestro país de la sima en la que más de 35 años de gobiernos de centro-derecha y centro-izquierda nos han sumido.
Va siendo hora de ponerse en pie y tomar la palabra; la hora de poner a nacionalistas catalanes y a opciones corruptas y agotadas en su lugar. La hora, en definitiva, de decir basta.
¡Viva el Antiguo Reino de Valencia! ¡Viva la unidad del Estado y de la Nación española!
¡Adelante con la erradicación del viejo orden de la corrupción y el despilfarro!
¡Para que los valencianos se pongan en pie y luchen por su futuro!
¡Viva España 2000! ¡Viva el 9 de octubre! ¡Vivan los fueros y las libertades valencianas!
La Junta Nacional de España2000
Valencia, 3 de octubre de 2013