Está semana el Senado aprobó definitivamente la ley de «memoria democrática», una ley revanchista que pretende reescribir la historia, recortar libertades y ganar una guerra que perdieron hace más de 80 años.
Con la nueva ley, entre otras cosas, cambiarán el nombre y el significado del Valle de los Caídos, que siempre fue el de la reconciliación de todos los españoles (algo contrario a los valores de la izquierda). Y por supuesto, aficionados a profanar tumbas, tal y como hicieron con la de Franco, también lo harán con la de José Antonio, a pesar de ser una víctima de los rojos y de la Guerra Civil.
Al final dinamitarán hasta la cruz si les dejamos.
Desde España 2000 nos oponemos firmemente a esta ley revanchista que, a parte de reescribir la historia, también pretende desviar la atención de los problemas reales que de verdad preocupan a la mayoría de la gente.