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Como se utiliza el poder torticeramente para amedrentarnos

Con motivo de una protesta en los cines Lys de la película de Amenabar se nos multó a 5 de nosotros con 3.000€ de multa a cada uno. Un dislate. Con una carga de prueba inexistente. Recurrimos. Hacienda nos embargó 3.600€ a cada uno sin haber seguido el procedimiento administrativo. Denúnciamos y advertimos de llevarlo a lo penal. Nos devolvieron el dinero. El procedimiento ha dormido el sueño de los justos y lo dejaron prescribir.

Por llevar banderas con el Aguila de San Juan en la manifestación de hace 2 años en Benimaclet pusieron sendas multas de 4.000€. Recurrimos, siguieron en sus 13 a pesar de que el mismo informe de la abogacía de la Generalitat decía que no era ilegal llevarlas. Tuvimos que depositar los 8.000€ y recurrir, el juzgado de lo administrativo nos dio la razón, recriminó la actuación de la administración. Nos devolvieron los 8.000€ y los condenaron en costas. Al final aprovechamos para denunciar por prevaricación a los autores del expediente (habría sido un precedente) pero el juzgado lo archivó.

Con motivo de una concentración en la puerta de El Corte Inglés sobre el peligro de la inmigración islamica la fiscalía me denunció por un delito de odio. La juez lo archivó. La fiscalía lo llevó a la audiencia para que se me tomara declaración. La juez lo volvió a archivar. Volvieron a recurrir a la Audiencia y esta lo ha archivado definitivamente.

Con motivo de un vídeo de 90 segundos de nuestra afiliada Esther (una joven madre con dos hijos) sobre la viruela del mono, una asociación gay de Madrid la denuncia por delito de homofobia. Se le cita a declarar en el juzgado de Valencia y el juzgado lo archiva. Estamos a la espera de que recurran sin posibilidades de éxito.

Es su modus operandi, ya que a ellos no les cuesta dinero y pueden ocupar el tiempo de la justicia, que pagamos todos, en sus batallas ideológicas para desgastar al contrario.

Esta es la situación, que se recrudecerá con la ley de Memoria ‘Democrática’. Este es el calvario y el peaje que tenemos que pagar por ser la Resistencia. Pero noble es la tarea y necesario que alguien la acometa.

Hoy somos yunque, mañana martillo.

José Luis Roberto, presidente nacional de España 2000.