Si no fuera por el «Plan Sur» de Franco hoy la tragedia de la DANA en Valencia hubiera sido mucho mayor, esa es una realidad que sólo un necio o alguien cegado por el odio y el revanchismo puede negar.
La última gran riada en Valencia se produjo en octubre de 1957. La capital del Turia ya había sufrido grandes inundaciones anteriormente, pero la riada del 13 y 14 de octubre de 1957 fue la más potente y destructiva hasta ahora. Miles de valencianos perdieron sus viviendas y negocios, y al menos unas 300 personas se cree que perdieron la vida.
En consecuencia, el régimen franquista aprobó en 1958 un plan ambicioso. Una de las partes de ese plan de rescate fue el conocido como «Plan Sur», consistente en levantar 11 kilómetros de trazado de un nuevo cauce del río en la periferia de la ciudad que sirviera para recoger las aguas pluviales, liberar al viejo cauce del río Turia que atraviesa la ciudad, distribuir las aguas a las acequias y la sobrante al mar, evitando inundaciones, o al menos minimizarlas en lo posible. A ello se le acompañó de la enorme construcción de viviendas sociales impulsadas por el Ministerio de la Vivienda en régimen de preferencia para los valencianos damnificados de la riada del 57 y de un nuevo trazado urbano para evitar más catástrofes pluviales.
Franco hizo, sin cobrarnos apenas impuestos, sin déficit público y sin demagogias lo que Pedro Sánchez ni ningún otro presidente del actual régimen del 78 ha hecho ni hará ante la tragedia de Valencia u otras recientes, como el terremoto de Lorca o el volcán de La Palma, donde las familias afectadas ni siquiera han recibido las ayudas prometidas (muchas aún siguen alojadas en barracones) mientras a los inmigrantes que entran ilegalmente en España les dan paga y hotel gratis.