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Mamá, yo quiero ser fascista

Amici, camerati, compagni:

El año que viene, el 2022, vamos a celebrar, a lo grande, espero, el centenario de la llegada del Fascismo al poder, la “Marcha sobre Roma” que, en una Italia devastada por el comunismo y la oligarquía antipatriota, Mussolini, el “father founder” encabezó, seguido de miles de “camicie nere”,

Marchar, no marchitarse

Me consta que el equipo creativo de “Producciones Roberto, Sociedad Corporativa”, está preparando un viaje a los Santos y Laicos Lugares -Predappio, Roma, Milán…- donde Benito ejerció su destino y, al mismo tiempo, determinó el de millones hasta el propio día de este renqueante siglo XXI. El Fascismo sobrevive porque se adapta a todo, esa es su fuerza y no debe de olvidarse. Por ejemplo, si se le quita al fascismo el “imperialismo” -qué casualidad que los dos grandes imperios ibéricos ya estaban cansados de sostener a unos hijos colonizados díscolos- salen Franco y Salazar. Si al fascismo italiano se le añade un anticapitalismo radical obtendrán a Ezra Pound, o a Ramiro Ledesma. Si se le quiere añadir el culto a la mitología celta y el misticismo del Grial sale Julius Evola. A todas estas esencias, un intelectual italiano, Umberto Eco, forrado como buen comunista millonario que fue y que ya palmó, consideró que es posible indicar una lista de características típicas de lo que él llamó «Ur-Fascismo», o «fascismo eterno».

Nosotros le llamamos “tercera posición”, “nacional sindicalismo”, o “socialismo patriótico”, o “derecha social”, o “tradición y nación” o… pero siempre está la misma esencia: atreverse a vivir según nuestra propia voluntad de poder sobre nuestros propios destinos.

Para Umberto Eco, al que seguimos, ya sabéis “del enemigo el consejo”, basta que aparezca una de las características siguientes para hacer coagular una nebulosa fascista. Lo pongo en lenguaje “podemita de comic”:

Y, ahora, resumido, aquí van las características de la galaxia fascista, el Ur-Fascismo. Lo de «Ur» va por la primera ciudad-sociedad humana de la que se conoce su existencia, es decir, de la civilización:

 1. La primera característica de un Ur-Fascismo es el culto de la tradición, que nació en la edad helenística en la cuenca del Mediterráneo. La fuente teórica más importante de la nueva derecha italiana, Julius Évola, mezclaba el grial con los protocolos de los sabios de Sión y la alquimia con el Sacro Imperio Romano.

2. El tradicionalismo implica el rechazo del modernismo. Por ejemplo, los comunistas-disney escondidos detrás de las Agendas 2030 y 2050.

3. El fascismo es hijo del vitalismo de Nietzsche, busca y ama la vida. Depende también del culto de la acción por la acción. La acción es bella de por sí.

4. El Ur-Fascismo surge de la frustración individual o social de las clases medias, por alguna crisis económica o humillación política, asustadas por la presión de los grupos sociales subalternos, por ejemplo, los menas. El fascismo encontrará su público en esta nueva mayoría. 

5. A los que carecen de la identidad social que da el dinero, el Ur-Fascismo les dice que es un privilegio haber nacido en el mismo país y sentirse que forma parte de él junto a otros que sienten lo mismo. Ser nación es ser nacido junto a otros iguales. Es éste el origen del «nacionalismo».

6. Para el Ur-Fascismo no hay lucha por la vida, sino más bien, «vida para la lucha». El pacifismo es entonces colusión con el enemigo; el pacifismo es malo porque la vida es una guerra permanente. Esto, sin embargo, lleva consigo un complejo de Armagedón: puesto que los enemigos deben y pueden ser derrotados, tendrá que haber una batalla final, de resultado de la cual acaecerá una Edad de Oro.

7. En esta perspectiva, cada uno debe ser educado para convertirse en un héroe. En todas las mitologías, el «héroe» es un ser excepcional, pero en la ideología Ur-Fascista el heroísmo es la norma. Este culto al heroísmo está vinculado estrechamente con el culto a la muerte: no es una coincidencia que el lema de los falangistas fuera «¡Viva la muerte!».

8. El Ur-Fascismo se basa en un «populismo cualitativo», no cuantitativo. Para el Ur-Fascismo los individuos en cuanto individuos no tienen derechos puesto que los ejercen los representantes, los partidos políticos y los grupos de interés. Habiendo perdido su poder de mandato sobre sus representantes, los ciudadanos no actúan, son llamados sólo “pars pro toto”, “la parte por el todo”, a desempeñar el “papel de pueblo”. El pueblo, de esta manera, es sólo una ficción teatral. En razón de su populismo cualitativo, el Ur-Fascismo debe oponerse a los «podridos» gobiernos parlamentarios.

Concluimos. Como veis, camaradas, los “popes” del poder y del sistema ven fascistas por todas partes.

Tienen razón, estamos ahí, en las calles, en los trabajos, en los campos, en las redes, y en nuestros bares…

Tal es así, que solo debemos perseverar en nuestros ideales y no caer en riñas estériles. Espectáculos como los que se vieron tras la muerte de Franco:

Patriotas luchando contra patriotas, son la causa real de nuestra debilidad momentánea. Porque, por lo demás, la ideología que nació hace cien años -la única novedosa del siglo XX-, se mantiene fuerte como semilla, esperando la primavera, para renacer con más fuerza que nunca, con la fuerza de la juventud, de la “Giovinezza, giovinezza, primavera di bellezza”.

Un buen video que recoge el espíritu del ventenio:

Vuestro Otto.