Amici, compagni, camerati:
El mes de enero era representado por los romanos por el Dios Jano, de ahí el January anglo, o el Gener. Jano era el Dios de las puertas, los comienzos y los finales.
Por eso le fue consagrado el primer mes del año, que en español pasó del latín Ianuarius a Janeiro, Janero, y de ahí derivó a Enero, Gener o Giner en las lenguas hispánicas. Su representación habitual es bifronte, esto es, con las dos caras mirando en sentidos opuestos. Vamos, que Jano es el Dios de los “volveresaempezares”, de los “begginers”, de caer y levantarse.
Resistir es empezar a vencer
Seguimos con Roma. Con las legiones, que es como decir “con el ejército”, palabra que viene, precisamente, del “exercitum”: ejercicio. Es decir, que hay ejército si hay previo “exercitum”, entrenamiento, esfuerzo, continuidad, disciplina.
Los reclutas romanos entrenaban con escudos y espadas de madera, pero mucho más pesados que los que iban a usar en las batallas. Así fortalecían los músculos y les parecían livianos los de metal cuando la ocasión requería agilidad y reflejos. Pero donde se adquiría fortaleza y resistencia legendaria era en las marchas legionarias.
Por esa tradición, las legiones modernas, la extranjera, o nuestro Tercio, adoptan como lema, más o menos explícito, aquello de “camina o revienta”.
Ahora os pongo una canción inolvidable. “Non, je ne regrette rien”:
Es de una cantante que nació en las calles de París, de humildísimo origen, que se ganó la vida desde pequeña cantando en los cafés: Edith Piaf, que la dedicó a la Legión Extranjera, que adoptó la canción cuando su resistencia fue traicionada en abril de 1961 por De Gaulle.
Una gran película que recoge las dos visiones de los dos bandos enfrentados, franceses y argelinos: atentados y lucha contra guerrillera, el terrorismo y el contraterrorismo. “La batalla de Argel”.
No os la perdáis, ni la peli, ni la canción, son buenísimas. Sobre todo, la canción sirve para el amor y vale para la guerra. ¿Y es que, camaradas, no son la misma cosa?
El eterno retorno
Y es que si de “volver, volver” se trata, resulta imprescindible traer a colación al magnífico loco germano que puso todo patas pa,rriba, el gran Friederich W. Nietszche.
Aquí una muy buena explicación sintetizada:
Si el tiempo es eterno, todo, pero es que todo, volverá a ser, camaradas. Y será bueno que no nos acordemos para que todas y cada una de las veces que vivamos lo hagamos desde lo auténtico, por haber tomado la “píldora roja”, la que nos permite saber que estamos vivos porque estamos sufriendo por nuestra voluntad de ser, que es voluntad de poder, y no que somos una mera ensoñación del Matrix.
Por consiguiente, camaradas, tenemos las vidas dignas de ser vividas a nuestro alcance. Con cierto peligro, con cierta audacia, con mucha inteligencia, vamos, con “arte de vivir”, como nos dijo José Antonio, y antes que él, il fundatore Benito Mussolini, que tuvo su nombre en honor de un gran revolucionario mejicano: Benito Juárez.
Capitanes de nuestras almas, reyes de nuestros destinos
Empieza el año 2022. Año del Gran Aniversario de la Marcha sobre Roma.
Aquello de “marciare or marcire, marciare per no morire”, preparémoslo, para que salga bien hará falta el trabajo de todos, y celebrémoslo. En este perpetuo “eterno retorno”, hagamos con esfuerzo, disciplina e imaginación un “rebrote vírico” de la ola patriótica. Solo así podremos gozar de ser “reyes de nuestras propias vidas”.
Yo sé bien que estoy afuera
Hemos empezado con Vicente Fernández, “Volver, volver”, y vamos a terminar también con él, con “Chente”, apocorístico familiar de Vicente, tal y como se le conocía -fallecido recientemente-. Él nos enseñó con su canción que “no tengo trono ni reina, ni nadie que me comprenda, pero sigo siendoel Rey”. Porque, “no hay que llegar primero, pero hay que saber llegar”, aguántelen, “batos”.
México y España. España y México. Los más hispanos de los americanos. Mujeres, tequila, amores, honor, tiros… El atractivo de la vida vivida “de un trago, pa,todo el año”, José Alfredo.
Por todo, todito, todo lo que se me ha ocurrido, y os he contado, hagamos de nuestra vida, de lloros y alegrías, de camaradas y luchas un “chido” año 2022, mis cuates. Ahí va, el “toque a degüello” propio de la caballería hispana y mexicana. Usada en la banda sonora del “El Álamo”:
Y de un gran film de compañerismo, valentía y redención. “Río Bravo”. Henry Ford en estado puro. Con hombres-hombres y mujeres-mujeres. Como en el tiempo del ayer. Como en el tiempo del mañana.
Ándele, ándele, mis cuates.
Vuestro Otto.