Desde España 2000 nos sumamos a la campaña de apoyo a la tauromaquia ante la discriminación y censura que está sufriendo por parte del ministro de cultura José Manuel Rodríguez Uribes y exigimos un mejor trato y mallor respeto hacia nuestra fiesta.
Entendemos que haya gente que no le gusten los toros, es muy respetable, pero también hay que respetar a los millones de aficionados que libremente acuden a las plazas cada año. Además conviene recordar que la tauromaquia forma parte de nuestra cultura, es una tradición con siglos de historia que genera miles de puestos de trabajos, siendo el segundo espectáculo de masas en España. Sin olvidar que las ganaderías de reses bravas ocupan una séptima parte de la dehesa ibérica, generando un impacto beneficioso para su conservación. También hay que tener en cuenta que la supervivencia de la fiesta taurina va estrechamente ligada a la del toro bravo.
Todo lo que envuelve al mundo del toro tiene un enorme valor patrimonial y merece un mallor respeto y apoyo por parte de nuestros gobernantes.