Amigos, camaradas, compañeros:
Ayer hizo 10 añitos del 15-M. Es decir, ayer hizo dos lustros del penúltimo jueguecito de los pijos-progres de la generación milennial, también conocida como “generación Y”, que es la que triunfó en los 80, con objetivos vitales de toda la vida: es decir, la pasta, o como decía el gran Gordon Gekko en la peli “Wall Street”: la codicia es buena.
Es decir, de los que llegaron a la mayoría de edad frisando el siglo XXI y que, cansados de vivir bien, pensaron que el reino de la abundancia, el país de Jauja, también conocido como el “Estado social y democrático de Derecho”, les iba a “conceder” todo tipo de derechos simplemente “por ser vos quien sois”, son los llamados “millenials”, “generación X”, o, como se puso de modo tras el 15-m: “los indignados”.
Los indignados eran “puros”, eran “no violentos”, eran “digitales” y eran -y son-, sobre todo una panda de pijos hijos de papás profersocetes-funcionarietes, que buscaban “un lugar bajo el sol” O, mejor aún, “Un lugar en la cumbre”…de los Presupuestos GG. del Estado.
A lo que íbamos.
El pastiche ideológico lo compone una visión idealizada del mayo del 68 francés, más el ipad-iphone de marca Apple y la visión romántica de la Segunda República española, todo ello muyyyy, pero que muy subvencionado, porque recrear las condiciones de malestar social pudieran provocar una confrontación política y una ruptura de los escasos mimbres que sostienen al Estado español, enemigo común de todos los progre-millenials, excepto a la hora de pedir “ayuditas”, “pisos gratis”, “salarios sociales”, “sanidad pública y gratuita”, “universidad gratuita” y “fiestas populares” por la cara. Es decir, que para cumplir mínimamente con la obligación de trabajar y contribuir a los gastos comunes, el Estado es fascista, y sacamos las banderas “antifa”, “LGTBI”, “separatistas” y tricolores:
De este grupo informe, de esta patulea infecta, nació el engendro de la “nueva política”, llamado Podemos, marca que, como un paraguas ideológico, se proponía recoger desde el “porrero” de Benimaclet, hasta el profesorado normalmente “asociado”, es decir, sin haber pasado una oposición de verdad, como lo son los “asociados”, ex socios en la política, Errejón, el niño fideo y Pablito Iglesias.
El 15-M, también ha dado una gran cosecha de meros “activistas”, como la gran heroína del barrio, Papi Robles y su proyecto de parque “Yellowstone”, con el “nostre Ribó”, en plan oso Yogui, de los “huertos urbanos”, como si no hubiera suficientestiendas de los “pakis” ganándose la vida con sus tiendas 24Horas. El caso es que todo transpira un vago aroma de “contracultura”, tipo hippie.
Lo malo es que le han venido a meter la ideología de la prohibición más oscurantista, lo que se ha dado en llamar la “cultura de la cancelación”. O de cómo los bienpensantes quieren arrasar con los valores e iconos de los que no piensan como quiere la gran conspiración: lo que se ha dado en llamar la “Plandemia”. Vamos, un renacer de la peor policía comunista,
azuzada por los medios de comunicación progres y muchísima pasta en subvenciones para amedrentar a todos los que no comulguen con las ideas dominantes del reseteo mundial. Sobre este temazo clave del “big reset” trataremos en otro y próximo artículo.
Pues bien, camaradas, uno de los ratones “pixie”, acaba, como bien sabéis, de cortarse la “coleta” y se nos ha reconvertido en un “clon” del padrecito Stalin:
Cotilleo fascista:
Y es que hay quien dice que Pablo ha cambiado su aspecto, incluso su domicilio, para acompañar a una joven de germánico apellido:
Lilith Verstrynge, niña del gran Jorge Verstrynge, que ha demostrado tener por bien merecido el alias de “Ciruelo”, porque parecía “azul” por fuera, pero era “rojo” por dentro.
¿A quién se le ocurre hacerse podemita pasadas la sesentena viniendo de una buena familia? El caso es que las andanzas de Pab-lenin, sobre todo, su incansable ansia de mujerear. Mirad cómo “perrea” el exmarqués de Galapagar:
Le ha merecido la “tarjeta roja” por parte de la mamá-feministra y, al parecer, le han puesto las maletas fuera del chaletazo de Galapagar,
En fin, camaradas, que el “mardito roedor” de la Rata ha sido expulsado de casa, de la política y, posiblemente, si la lotería procesal es justa, puede convertirse en materia de banquillo, porque el gato Jinks, que parece un poco facha, con su pelaje pardo, no parará hasta que los “marditos roedores” reciban su merecido.
Y esto es todo, esto es todo, amigos.
Vuestro “lonney tunes” facha,
Otto.