Amici, camerati, compagni, salute.
Los que siempre hemos entendido que el caos precede a un nuevo orden,
en principio mejor si ha sido conseguido en la lucha de los valores del espíritu, es decir, del héroe contra la atracción de la animalidad, es decir, de las masas embrutecidas no nos sorprende nada, pero es que nada, que se aventen en los medios de comunicación del sistema, incluyendo a muy serios y conservadores gobiernos de la Europa de toda la vida, Austria, también llamada Osterreich -el Reich del este-, que se avecina un caos energético, con una más que probable consecuencia en nuestras vidas: el apagón eléctrico y, por ende, el de la paralización de la vida urbanita, industrial, lúdica, ciudadana en definitiva.
Austria ya ha comenzado a advertirlo: el país y toda Europa podrían sufrir las consecuencias de un apagón eléctrico en el caso de que se produzca un fallo en el suministro energético. La ministra de Defensa del país asegura que «el riesgo es real», tan real que el Gobierno ya está preparando a la población para hacer frente a la situación. Ha lanzado incluso una campaña informativa a través de los medios y con cartelería en las calles. El eslogan elegido es ‘qué hacer cuando todo se para’ y recomienda a los ciudadanos hacerse con material suficiente para sobrevivir al posible apagón como es combustible, velas, baterías, alimentos en conserva, agua potable, etc.
El apocalipsis zombi: un relato que transpira la ansiedad social
Existen innumerables series y películas que prevén un futuro caótico, con una sociedad rota y una aparición de la violencia incontrolada, donde el Estado, la sociedad urbana, tal y como los conocemos, “no funciona”: el “apocalipsis zombie”.. En resumen, ese pensamiento sería
“La sociedad, tal y como la conocemos, se desmoronará y colapsará en un proceso de cinco fases que explicamos aquí. Aunque este proceso puede acelerarse por ciertos acontecimientos como una guerra, desastres naturales, pandemias o ataques terroristas, la historia ha demostrado que el colapso económico esencialmente sucede en cinco etapas”.
ETAPA 1: Comienza la decadencia
Todo va bien y la economía es próspera. Se ha logrado un alto nivel de vida. Las mercancías son baratas y están fácilmente disponibles. Sin embargo, la idea de que toda persona tiene derecho a tener lo que otros han ganado ahora permea la sociedad. Las políticas de redistribución de la riqueza, de “sopa boba”, de “renta social”, de “precios controlados”, del “exprópiese”,
se implementan en silencio en la trama de la sociedad. Sin control y bajo el disfraz de la equidad y la igualdad, esas políticas disminuyen lentamente la productividad y aumentan la dependencia en el gobierno y las ayudas sociales.
ETAPA 2: La pendiente resbaladiza
La economía entra en un lento pero constante declive. El desempleo va en aumento. Le pagan a la gente por no trabajar. El gasto del gobierno ha aumentado de forma espectacular. La inflación llega a niveles de dos dígitos.
ETAPA 3. Se va a poner peor
El colapso total de la economía comienza después de un declive prolongado. El gobierno pone en práctica controles de precios. La escasez de productos de primera necesidad se generaliza. Bancos y empresas quiebran. Nadie parece tener dinero. Proliferan las huelgas y disturbios a gran escala. Comienzan a aparecer pandillas violentas.
ETAPA 4: La toma del poder
La sociedad se sume en caos. Las pandillas violentas toman el control de las calles y barrios urbanos. No tendrás nada que no puedas conseguir por ti mismo. Descubrirás lo que es vivir en un país del tercer mundo.
ETAPA 5: Pérdida de la libertad
El gobierno pone en práctica la ley marcial. Poseer un suministro de alimentos para abastecerse durante más de 30 días se considera ilegal. Un régimen totalitario asume el poder y las libertades que antes se disfrutaban son completamente eliminadas.
De alguna manera, sin llegar a los extremos descritos, durante esta “plan-demia”, hemos comprobado cómo el poder del sistema ha “enseñado la patita” autoritaria y sorosiana. La aplicación de dosis masivas de miedo y represión, han dejado a gran parte de la sociedad “bajo cuidados paliativos”, que, naturalmente, solo el poder político del sanchismo-sorosismo se autolegitima.
La sociedad del miedo
En fin, “nihil novum sub soli”. Lo de dominar gracias al terror, como hizo el padrecito Stalin, con su Holomodor: 6 millones de muertos de hambre en un solo año, aunque sea de tipo “soft”, es un clásico del comunismo.
El “padre de la criatura” del comunismo, Vladimir Illich Ulianov, “Lenin”, advertía que las acciones espontáneas, propias del movimiento anarquista, no eran más que expresiones “enfermedades infantiles del revolucionario profesional”. En efecto, “estar preparado”, mantener una disciplina dentro de cualquier organización ser vanguardia de una sociedad sin valores, necesita preparación, física, intelectual y, en definitiva, política. Todo el movimiento que lucha contra la “Decadencia de Occidente”, llámese “Tercera posición”, o “alt rigth”,“derecha alternativa”, puede eclosionar en cuanto la situación de narcosis colectiva que lo sostienen: la seguridad pública y el consumo masivo, pero hay que estar preparados. Ya lo decía Oswald Spengler:
Hace 88 años…
Un “pelotón de soldados”, se unió y se preparó para el combate ante una crisis que amenazaba con cernirse en forma de “revolución social” como fórmula de destrucción de España.
El discurso que pronunció José Antonio es de los que calientan el corazón y dan ganas de luchar. Aquí lo tenéis completo:
Las ideas permanecen. Pero sin organización, sin la callada disciplina de quien obedece sin cuestionar la racionalidad de la jerarquía, ningún fruto se obtendrá ante una situación política y social que, desgraciadamente para unas cosas y afortunadamente para otras, se plantea en los próximos años. De nosotros depende estar preparados o, simplemente, frustrados ante las oportunidades de la existencia que tenemos. La única e irrepetible vida.
Así que “Oremus et laboremus, fratres”.
Vuestro Otto.