Amici, compagni, camerati:
Una vez más, nuestro país ha sido ejemplo para el mundo-mundial, hemos organizado una mega-party para que el Gran Poder del Globalismo Mundial ejerza su magnificencia con sus países-súbditos, con sus colonias de toda la vida, vamos, demostrar que sabemos “ser putas y poner la cama”. Y es que no hemos escatimado en gastos:
Nos dicen oficialmente 37,4 millones, pero seguro que no bajamos de 50, comisiones aparte. Solo de “catering” dicen que 1.100.000 euracos, bebidas aparte:
Y es que nos hemos “estirado”, hasta teníamos al famoso chef José Andres, de profesión sus comidas y sus onegés, para explicar que a la ensaladilla rusa se le llamará, para hacer muchita pupa a Putin, “tradicional”.
Y eso por no llamarla “nacional”, cosa que ya se hizo en la División Azul, en tiempos del Caudillo:
Aquí, la división de voluntarios, la “freiwilling 250”, los mejores jóvenes de nuestra Patria, peroleando, y devolviendo la visita a los rusos comunistas:
OTAN, SI. BASES DENTRO
¿Os acordáis?
Pues por si a alguno se le había olvidado, pese a que se supone que tras el triunfo del “sí”, en el referéndum-trampa que se hizo, que conllevaba lo siguiente:
Eliminación progresiva de las bases americanas, no integración en el mando dirigido por EE.UU, y no establecimiento de armas atómicas. Pues bien, hoy “tenemos de tó”:
Y lo más “chuli”, que diría Yolanda Díaz, “la Barbie comunista”, es que nos van a poner 2 destructores, con lo cual ya tendremos 6 destructores yankees, 6, ni más ni menos.
Claro, pensar que esos destructores están “bajo mando conjunto”, es como creer que las vacunas-covid funcionan de maravilla, oye. Porque a nuestra enseña nacional, en el destructor atómico, ni está ni se le espera. Ahí la tienen, arrugada y escondida tras la de las “barras y estrellas”, como si fuera un trapo de fregar.
El Gran Juego
Los que nos han metido en esta nueva guerra civil entre europeos, y ya llevamos tres, contando nuestra propia guerra civil, son los anglosajones, capitaneados por la Momia Biden, y sus esclavitos europeos. Y lo que tratan de hacer es reeditar lo que en el siglo XIX supuso la lucha entre el león británico de la Gran Bretaña imperial y el Oso Ruso:
Se trataba entonces de evitar la salida a los “mares cálidos” de Rusia y la amenaza a la joya de la corona, que era la India británica, el Raj. Hoy le añadiríamos el comodín del petróleo, el gas, las riquezas minerales que están en lo que un tal Haushófer,
gran “influencer” de las mentes dirigentes del NSDAP, de Rudolf Hess en especial, el creador de la geopolitica, llamó “Eurasia”.
“Los amigos de mis amigas, son mis amigos”
El caso, amigos, camaradas, compañeros, es que el mundo avanza hacia una bipolarización muy del gusto de los “globalistas”. Por un lado, los buenos, “demócratas”, “trans”, “veganos”, “sostenibles”… en pocas palabras, estériles para todo lo que no sea el consumismo tontorrón y una vida sin espiritualidad, solo volcada al hedonismo sin fin, con perversiones y dolencias psíquicas -narcismo, histrionismo y disforia de género- que vienen de tiempos de Heliogábalo, por muy “modelnos” que se crean.
Vamos, que son de la Agenda 2030, ya sabéis, aquellos de “no tendrás nada y serás feliz”. Y mucho armamento tecnológico para defender nuestro “balneario occidental”, que curiosamente, da muchísimos beneficios al “pool” tecnológico de las primeras empresas armamentísticas del mundo, que son, curiosamente, de los EE.UU.
Y aquí veis las relaciones con los “medios de comunicación” de masas aborregadas, cobardonas y trans-degeneradas:
Y que son los mismos dueños de las farmacéuticas vacuneras y creadores del COVID:
Por consiguiente, no debe extrañarnos que la “unánime unanimidad de los otanistas” sea recibida con alborozo por la élite: esto significa que Pedro-Antonio Sánchez y su Begoño ya pillan pasta seguro (hiperchollo globalista), y no se van a bajar del Falcón, pase lo que pase en las elecciones de dentro de un año.
En el lado de la “resistencia”, nos encontramos con tres “pequeños” países: Rusia, China y la India, que son el nuevo enemigo de Yankilandia. Y, curiosamente, también enemigos de la penetración cultural de la “Agenda 2030”.
Es decir, que en esta partida, al parecer, camaradas, vamos con la gente que no acepta la Agenda 2030, que no acepta la disolución de la familia, de los valores sociales, que piensa que vale la pena luchar por las Patrias, tal y conforme hemos recibido de nuestros padres. Sin “deconstrucciones de género”, “ecosostenibles”, todas muy, pero que muy organizadas y subvencionadas con nuestros impuestos. Nosotros manifestamos un respeto con la tradición, con los principios, con los valores que nos han permitido crecer como personas. Y esto lo proporcionaban las familias normales, -abajo, foto de una española, aunque podría ser perfectamente una italiana, incluso una americana del norte- años 50-60, que conocimos de pequeños: humildes, pero con orgullo, pobres, pero con dignidad.
Y, como dijo Ramiro Ledesma, tal vez anticipando el propósito de la plutocracia globalista yanki que hoy padecemos,
Vuestro Otto.