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Aclaración de nuestro presidente sobre el caso de Teresa, la menor abusada por el marido de Oltra

Aclaración de nuestro presidente José Luis Roberto en relación a la noticia publicada hoy en el diario «Levante EMV» sobre Teresa, la menor que fue abusada por el marido de Mónica Oltra.

Durante 20 meses he estado ayudando a Teresa, fuera de mi condición de abogado y en asuntos que nada tienen que ver con el proceso, coordinando su primer trabajo en Torrevieja, buscando y pagando el apartamento de Torrevieja, dándole miles de euros y quedando siempre en mal lugar por la irresponsabilidad continua de ellos.

La relación con su prima es nefasta y he procurado que se apartara, pero volvían una y otra vez a estar juntas. La última vez la denunció la misma prima, que miente más que habla.

No conseguí ni que el padre en dos meses se renovará el DNI para poder regularizar al más pequeño. Me mintieron en todo lo que les interesaba, incluso de que el menor había dado positivo en cocaina (y yo dispuesto a denunciar a la Generalitat por hacer el análisis a la madre recién parida).

La gota que colmó el vaso fue la última estafa perpetrada junto a su prima pidiendo dinero con engaños y datos falsos que ha acabado con denuncias y amenazas entre ellos al discrepar en el reparto del dinero.

En esos momentos me aparte de ellos al exigir de forma amenazante a Cristina Seguí para que les diera un trabajo en Madrid. Les dije claramente que aún existiendo el trabajo, con amenazas y en la situación que estaban generando y más con Palomita de mochila (su prima, que no es tal), Cristina no iba a implicar a los que de buena Fe ofrecían ese trabajo a este culebrón. Ahí cesamos nuestros contactos.

Después vienen los tuits vergonzantes de la tal Paloma y esta historia expuesta en el Levante en el momento que se les acaba el dinero.

Satisfecho de haber acabado con ese chantaje sentimental al que me tenían enganchado, pidiendo de repente y continuamente dinero ante situaciones fabricadas muchas veces por ellos, y queriéndome hacer sentir culpable en el caso de no darles lo que querían.

Jodido por la situación de esos niños que van a ser acogidos por el Estado, aunque en estos momentos es lo lógico y necesario.

Creo que es el Estado el que ha creado estos hijos del sistema, que después de tenerlos tutelados hasta los 18 años (Teresa, Pedro y Paloma) no les ha sabido dar ni la formación, ni la escala de valores, para tener una familia con dignidad, y les aboca a que las administraciones se retroalimenten con los nuevos hijos.

Respecto a ir a por Oltra y que ese es mi único interés es falso. No hay más que ver los procedimientos judiciales donde los represento:

1.- Reclamación patrimonial de 240.000 euros a la Administración, pendiente del recurso de casación del Supremo. No se cita para nada a Oltra.

2.- Denuncia penal contra 4 cargos de la Conselleria. Se incorpora después la denuncia de Gobiérnate y de la declaración de los imputados en sede judicial. Es el juez del 15 (no yo) quien solicita la investigación de Oltra y el TSJ y fiscalía lo acuerdan. En ningún momento he presentado denuncia contra Oltra. De ahí la frase que argumentó en rueda de prensa: «me la voy a follar sin tocarle un pelo».

3.- Reclamación en el juzgado de lo social de la nulidad de los dos despidos del hospital de Torrevieja.

Esta es la verdad, y diciendo siempre la verdad no es necesario acordarte de lo que has dicho antes.

Actualmente sigo llevando la representación procesal, aunque habiendo perdido la confianza con mis clientes, estaría feliz de dar la venia cuando se me solicite en forma. Hasta entonces y en honor a mi compromiso como letrado seguiré defendiéndolos, solo en los procedimientos ya abiertos, con la mayor diligencia y con el máximo interés en que obtengan las mayores satisfacciones e indemnizaciones que permita la ley.

Y para los botarates, que haberlos hailos, decirles que como letrado en estos dos años todo ha sido gratuito e incluso el procurador lo he pagado de mi bolsillo.

Noticia publicada hoy en el Levante:

Dando tumbos de un lugar para otro, tan pronto durmiendo en una nave abandonada, sin luz ni agua, junto a sus dos pequeños –el mayor de 16 meses y el otro, recién nacido–, como pasando unos días en un hotel con piscina, hasta acabar pernoctando la pasada noche, después de literalmente agotar el dinero de las ayudas, en el interior de un Audi A3 en un aparcamiento de un complejo turístico –los niños consiguieron dejarlos en casa de un familiar–. Así es la vida de un juguete roto, la joven víctima de abusos cuyo relato inicial en 2017 –ni siquiera quería contarlo– contra un educador del centro en el que se encontraba tutelada dio origen al caso contra el exmarido de Mónica Oltra, que finalmente ha costado la dimisión de la que fue vicepresidenta del Consell por la investigación sobre la Conselleria de Políticas Inclusivas que dirigía por tratar de ocultar presuntamente los citados abusos continuados a la menor por los que ha sido condenado a cinco años de prisión Luis Eduardo R. I. (sentencia confirmada por el TSJ pero pendiente del Tribunal Supremo).

Una denuncia interpuesta el pasado viernes por la tarde ante la Guardia Civil alertando del supuesto riesgo que corren los dos hijos de la joven, en la que se relatan hechos graves sobre la situación alimentaria y de salud de los menores, ha activado una búsqueda por parte de los agentes para tratar de localizar a la pareja y corroborar el estado de los pequeños mientras Servicios Sociales analiza el posible desamparo de los mismos.

«Temo que me quiten a los niños, que los separen de mí, no quiero que pasen por lo mismo que yo he pasado, sé lo que es pasar por ahí y no se pasa nada bien», confesaba la joven tras ser localizada ayer por Levante-EMV. Tanto ella como su pareja tienen veinte años, ninguno de los dos trabaja y actualmente no tienen domicilio conocido, por lo que son conscientes de las dificultades para hacerse cargo de sus dos hijos, el pequeño nacido el pasado 12 de julio y quien todavía ni siquiera está inscrito en el Registro Civil, según ellos mismos reconocen.

La madre achaca no haber registrado al bebé todavía por unos coágulos de sangre que ha tenido durante la cuarentena. Tampoco consta que lo hayan llevado a centro médico alguno para las revisiones. «Yo tampoco he ido a la matrona», explica ella, aunque insiste en que los dos niños se encuentran en perfecto estado de salud y bien alimentados. «Tengo miedo de ir al médico y que me los quiten, pero si veo que se pone malo ten por seguro que enseguida lo llevo, pase lo que pase», sostiene la joven.

Ambos progenitores entienden que si Servicios Sociales adopta una medida por desprotección y les retira la tutela de sus hijos no es ni mucho menos por una cuestión relacionada con el caso de abusos que a la postre le ha costado el cargo a Oltra. «Sé que no me los quieren quitar por ser quien soy», señala la víctima, que admite que ya hace meses tuvieron motivos para ello –aunque niega que fuera responsabilidad suya–, cuando el mayor dio positivo en cocaína y hallaron restos de THC, principal principio activo del cannabis, tras llevarlo al centro de salud de Paterna porque tenía fiebre alta. Los padres esgrimen que habría tenido acceso a la droga al dejarlo en casa de unos amigos.

Este episodio también lo recoge la denuncia interpuesta por una prima segunda con la que han estado conviviendo en una casa okupada del Camp de Morvedre desde el 8 de agosto hasta el pasado martes, cuando ambas jóvenes discutieron. La denunciante asegura que el motivo fue que les echara en cara la desatención de los menores, tras marcharse todo el día fuera y volver a la noche sin comida para los niños. No obstante, la madre sostiene que discutieron por el dinero de las donaciones recibidas, al descubrir que se estaba quedando parte del dinero de las ayudas que recibía por Bizum.

«Su trabajo es pedir dinero por Twitter y luego se lo gastan en ropa y motos», sostiene Félix, quien también ha convivido con la pareja. Éstos reconocen que han llegado a recaudar 1.000 euros en una semana, «aunque había meses que estabas sin tener ningún ingreso», argumentan. «Queremos el dinero para mis hijos, para que no les falte de nada», afirma Pedro.

¿Una ayuda interesada?

Pese a que durante un tiempo han obtenido un beneficio económico y podría pensarse que el hecho de ser la víctima de los abusos del exmarido de Oltra le habría ayudado, la joven dice que se ha planteado muchas veces que no tenía que haber denunciado. «Siento que por culpa de eso me he jodido la vida», aunque a la vez se siente orgullosa de haber contado los abusos que sufría por parte de este educador porque «sé que lo he parado y que después de a mí no se lo ha hecho a otras».

La víctima recuerda que ella siempre fue reacia a denunciar, incluso costó llevarla a juicio, llegando a protagonizar uno de los momentos más cuestionados, al ser conducida a sala esposada. Es la historia de esta joven, tutelada por la Generalitat desde los 4 años, y a la que se investiga si las instituciones no dieron credibilidad ni apoyo, como reflejan las sentencias judiciales del caso y los autos de Fiscalía de la causa actual. Y a quien otros posteriormente, mientras la cabeza de Oltra estaba en juego, le prometieron trabajo y casa en Madrid. «Siento que me han utilizado y luego me han dejado tirada», sentencia. La joven se ha distanciado de quienes han llevado la representación legal de su parte, los abogados vinculados a la ultraderecha José Luis Roberto y Cristina Seguí, que siguen llevando la acusación en la última causa.

Denuncian al novio por intentar clavarle un destornillador
Los problemas se acumulan a esta pareja y además de la posibilidad de que les retiren a sus hijos, la joven tiene pendiente una causa por estafa y falsedad documental y su novio ha sido denunciado ahora por un intento de agresión con arma blanca. Según consta en la denuncia, tras la discusión del pasado 23 de agosto, y una vez ya se había marchado su pareja, el joven habría cogido un destornillador y se lo habría intentado clavar a la supuesta prima, que está embarazada. El denunciado argumenta que estaba reparando una moto y que simplemente tenía la herramienta en la mano pero que en ningún momento la amenazó o trató de agredirla.