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Del waka-waka al woke-woke

Amici, compagni, camerati:

Subyugado por el “mainstream”, vamos, lo que opina el populacho, de lo que todo el mundo habla, “everybody’s talkin”, que es una gran canción de Nilsson, y forma parte de una gran película: “Cowboy de medianoche”:

Sigo. Considerando que es necesario que los patriotas formen opinión de los hechos y eventos que acontecen en la más flagrante actualidad, creo necesario empezar por aquello que más nos preocupa como españoles de bien.

El Rolex y el Casio

El waka-waka, recordad, viene del único mundial que hemos ganado,

y que aprovechó Shakira para ponerle los cuernos a su novio de antes, Antonio de la Rúa, el hijo del Presidente de la Rúa, gran colaborador de los oligarcas, que tuvo que salir tarifando después de llevar a la ruina a Argentina.

La autocoronada “Reina Rolex”, Shakira, es una figuranta del “starsystem” bajo-cultural planetario, que se presta (cobrando en publicidad o en cash) a cualquier rollito de tipo “capitalismo global”. De hecho, fue figurón en la propia sacristía de las élites: el Foro de Davos, 2017.

Porque ella se preocupa mucho de los pobres del “world”, y “tiene” unas cuantas “oenegés”, también conocidas como “entidades sinónimo de lucro”, como es natural. Porque los ricos no se sabe si lloran, o no, como todos los mortales, pero que tienen un azogado interés por parecer “buenos” y preocupados por la “igualdad”, que, a estas horas del siglo no debería quedar ni un pobre que pudiera protagonizar películas del neorrealismo cómico italo-español, como “El cochecito”, “Plácido” o “El verdugo”, dirigidas por el gran y olvidadizo divisionario, sí, de la División Azul, Luis García Berlanga:

Berlanga con bigote, el segundo bajo por la izquierda.

Los ricos-ricos, son los buenos-buenos

Está claro que si los “ricos-ricos” se hacen pasar por “buenos-buenos”, y a través de sus “oenegés” lo arreglan todo-todo, se maquillan, se ocultan, los problemas reales que afectan gravemente a las condiciones de vida impropias de un ser humano, por debajo de las atenciones que reciben las mascotas en los países opulentos: comida, casa, veterinario, psicólogos, manicura, cementerios, pipi-canes, amos-siervos recoge-excrementos…

Así todo se convierte en una mera operación de publicidad de la oligarquía, cuya más pues que no pueden ser aceptadas ni aceptables por aquellos que creemos en la dignidad del ser humano, pese a que nos tilden de especistas, que es otro “palabro” que se ha inventado la izquierda “woke” para anularnos como humanos de verdad con otro sentimiento de culpa. Ya sabéis, las de los “gallos violadores” de les gallines. Véase el video otra vez:

Y la gran operación mediática, anual, en la que hay que pagar para que te saquen en la foto, se llama, tachannnn…

El Foro de Davos

Davos, como sabéis, es un pueblecito hiper-mega-carísimo en la Suiza super-rica, donde los poderosos de este mundo se reúnen, dan la turra, con continuas ruedas de prensa para contarnos con espeluznante detalle lo que van a hacer con nosotros, por nuestro bien, siempre por nuestro bien. Es decir, que nos han fastidiado el magnífico y clásico “cuento-para-no-dormir” de los “Protocolos de Sión”, porque ya no los necesitan teniendo copados los medios de comunicación gracias a, entre otros, el ínclito George Soros.

Naturalmente, nuestro presidente “Antonio” Sánchez, que ha dado un nuevo significado a la palabra “narcisismo”, no podía faltar, porque se trata de venderse a la opinión pública, que cuenta -la de las élites globalistas-, para que le aseguren un brillante futuro cuando pierda las elecciones.

Aquí bajo los tenéis, pastoreados por Ana Botín, gran propagandista de la Agenda 2030, jugando al corro de la patata con los mandamases del IBEX-35, que no tienen lo que se dice una actitud atenta, mas bien parece que se digan, vaya mastuerzo nos toca aguantar, pero hay que ver qué podemos sacarle a base de halagar su infinito “ego”.

Los apóstoles de la catástrofe: agárrense que vienen curvas

La cosa, camaradas, es que gracias a la práctica unanimidad de los “mass media”, el Foro de Davos sirve para:

  1. Acojonar a la humanidad con todo tipo de desgracias que van a sucedernos, porque ellos son más listos que nadie y se han dado cuenta.
  2. Proponernos “soluciones” del tipo “woke”, es decir, como de “niños de Dios”, subvencionados y con iPhone último modelo, pasados por el LSD y, sobre todo, a cargo de nuestros impuestos.

Porque la nueva moda, camaradas, va a ser “tax the rich”, o “más impuestos para los ricos”, porque “OXFAM” se ha dado cuenta de que nos pueden sangrar más.

La desigualdad en el mundo creció con la pandemia del Covid-19, de acuerdo con Oxfam Internacional, que es la multinacional-lobby de pillar subvenciones, en las que participan lo más granado de los pedigüeños, pedigüeñas y pedigueñes del mundo-mundial. Y Pedro-Antonio va con ellos, ellas y elles.

Mirad el video que ha colgado el muy canalla avisando de que nos van a a crujir con nuevos impuestos:

Tú eres rico, según Hacienda, pero no te habías dado cuenta antes

Tú naciste con un cuerpo equivocado de pobre, pero si te autopercibes como rico, seguro que no te va a saber mal que Hacienda, justificadamente, te suba los impuestos y se quede con más del 50% de lo que ganas, tienes, vendes, compras o ahorras. Y lo bueno del caso es que utilizarán estos impuestos para crearse una “casta de vagos agradecidos”, de diversas “etnias” y condiciones psicótico-sexuales, para que, junto a campañas publicitarias de tapadillo (pagar con fondo de reptiles a los periodistas, raza de envidiosos donde las haya) puedan ganar las próximas elecciones y asegurarse la permanencia en el poder.

Estos aprendices de brujo de la economía creen que, alentando el siempre excitable pecado capital de la “envidia”, podrán permanecer en el poder. Porque, claro, si le quitamos a Pepito y le damos a Juanito, éste nos votará.

Sin embargo, ese aparente deseo de recaudar más y más se encuentra con reales problemas, auténticos, paradójicos. Y, básicamente, es que a mayor presión impositiva, el dinero huye, se esconde, migra, que es como gusta decirse ahora. ¿Dónde?, pues por ejemplo a aquellos países donde nuestros nuevos y más mejores amiguitos de Pedro Sánchez necesitan capital: Marruecos sería un buen ejemplo:

LA STASI DE PEDRO SANCHEZ

Al principio del inconstitucional confinamiento, en octubre de 2020, el Gobierno aprobó su polémico procedimiento de actuación contra la «desinformación», que levantó fuertes críticas entre los grupos de la oposición y las propias organizaciones de periodistas. Se advirtió entonces de un intento de control que podría derivar en censura. En ese procedimiento -dirigido, según Moncloa, a vigilar las campañas de fake news de terceros actores contra los intereses nacionales- se admitía como uno de sus fines «examinar» la «libertad y pluralismo» de los medios de comunicación y se contemplaba abiertamente la «monitorización y vigilancia» de los medios. Ahora, el Ejecutivo se remite a la «seguridad nacional» para mantener ocultos esos trabajos de vigilancia a los medios. Ya se mostró muy interesado el Gobierno para establecer un control preventivo -siempre por nuestro bien- de todo lo que se pudiera decir y que atentara a “su” seguridad nacional.

Naturalmente, un gobierno absolutamente en caída libre social, espera, desea y confía que se produzca un “fundido en negro” informativo de las malas noticias que, por su causa, inundan los medios, los formales y los informales, por eso la tentación totalitaria, a concretar con el Ministerio de la Verdad de Pedro Sánchez.

Pues bien, le vamos a recordar a este “Catilina” de vía estrecha, a este “cara de cráter”, que tardará, que costará, pero que sus días al frente del peor gobierno que ha conocido este país desde Fernando VII, se están convirtiendo en “días contados”.

La manifestación unitaria del pasado sábado en Madrid, sin presencia de partidos en la cabecera, con personalidades de muy diversos orígenes ideológicos, y más allá de que no compartamos algunos lemas de la convocatoria, ha sido un ejemplo de cómo la sociedad civil, el pueblo español, es capaz de tomar la iniciativa para desalojar al tirano, al traidor, al villano de “Antonio”.

Nosotros, con Unamuno,

que por mucho que se empeñe la Stasi-progre, apoyó sin dudarlo el Alzamiento Nacional y sufrió cuando vio el daño que entre hermanos españoles nos hicimos. No permitiremos que los que nos mal gobiernan -como hizo el Frente Popular- nos vuelvan a enfrentar en la guerra civil-woke que pretenden.

Vuestro Otto.