La situación a la que nos está llevando el okupa de la Moncloa es kafkiana, vergonzosa, insoportable y de difícil retorno. Su desmedido deseo de seguir siendo presidente a cualquier costa nos llevará, en el caso de que al final se imponga la investidura, a una nueva etapa de chalaneo y chantaje continuo por parte de los independentistas en contra de los intereses del resto de ciudadanos y a costa de la legalidad y de la continuidad de España como nación.
Un pueblo adormecido, a pesar de las constantes protestas, tiene su parte como cómplice, por su pasividad ante este desaguisado.
Desde España 2000 estaremos en cualquier lugar y en cualquier momento como parte de la protesta activa ante el crimen que se pretende. Y decir «activa» es tensar la cuerda hasta el máximo para intentar que no se produzca la traición a España.
Son tiempos de implicarse, de definirse, de actuar y de unirse.
José Luis Roberto, presidente nacional de España 2000.