Categorías
Artículos

El matador que vino del frío

Amici, camerati, compagni:

Hoy toca hablar del triunfo de la voluntad. De la voluntad del trabajo, y de la voluntad de ser un español de bien sin renunciar a los orígenes. Hoy toca hablar de Ilia Topuria, campeón mundial de la UFC en la categoría de peso pluma.

Ilia nació en Alemania, de padres georgianos, de Georgia, un país caucásico entre Rusia y Turquía. Curiosamente, en la antigüedad, a esa parte del mundo también se le llamaba Iberia, como la nuestra antes de los romanos.

La mayor parte de los blancos somos un poco caucásicos, es decir, que a diferencia de los nórdicos no somos especialmente rubios, más bien morenos, y tampoco muy altos, vamos, que los caucásicos son como nosotros, pero sin complejines inducidos por los anglos.

Consecuentemente con lo anterior, Illia no es muy alto: 1, 70, y es “peso pluma”, no llega a 70 kilos.

VALE TUDO Y MMA ¿ES LO MISMO?

No exactamente. El “vale tudo” tiene un origen brasileño y la influencia del “jiu-jitsu” y de la familia Gracie.

En la creación de este deporte, al parecer, dicen los entendidos, que es el más adaptado para la lucha callejera, en el suelo. Aunque enfrentados los grandes maestros, ganó Kimura a Helio Gracie en el combate del siglo Judo vs. Brasilian jiujitsu:

Por otra parte, el MMA/Mixed martials arts, o artes marciales mixtas, posee en común muchas reglas con el “vale tudo”, es decir, prohibiciones: golpear en los genitales, el cuello, la nuca y los ojos. La victoria puede darse por nocaut, por rendición o por puntos.

Las diferencias: en el “vale tudo” el número de asaltos es de 3 y la duración de cada uno es de 2 minutos. Mientras que en las artes marciales mixtas/MMA, el número de asaltos también es de 3 pero su duración es de 5 minutos cada uno. Los combates de vale todo generalmente se dan en el mismo cuadrilátero en donde se realizan los combates de boxeo, mientras que los combates de artes marciales mixtas se dan en una jaula octogonal.

Ilia nos recomienda, por su parte, un “mix”: boxeo-jiujitsu:

Naturalmente, los patriotas hemos estado a la vanguardia de todos los movimientos políticos, sociales y deportivos. Por eso, mucho antes de que la moda MMA llegara a nuestras tierras, ya promovíamos los combates del “vale tudo”, y lo hacíamos con gran éxito de crítica y público y, por supuesto, con el cabreo máximo de unos “rogelios”, aka “guarros”, que odian el aprendizaje de los deportes viriles, de la misma forma que odian el hábito de ducharse e ir limpios de cuerpo y alma por la vida.

El caso es que, hace ya unos añitos, la organización en Mislata (Valencia) de unos combates de “vale tudo”, por los patriotas y para los patriotas, sin meterse con nadie, sirvió de motivo para “crucificar” a los disidentes del sistema.

Así, los “rogelios”, iniciaron una campaña de prensa en la que, como inquisidores y chivatas que son, advirtieron de que el IV Reich estaba a punto de eclosionar en esta simpática población valenciana.

En el video de bajo, un combate de José Luis Zapater, “Titín”, valenciano y Patriota, un pionero de los deportes de contacto, con muchos menos años y “tattoos”. Impresionante la tangana final:

We are the mods

El caso es, camaradas, que por mucha prohibición y rasgarse las vestiduras, la varonil costumbre de pegarse, a puños y “guantás”, nunca con armas, cuando la testosterona está alta, y la hormona prevalece sobre la neurona, es propio de una juventud sana.

Ante un mundo de consumismo estúpido (y no lo hay peor que el alienante consumo de drogas), que mejor que reivindicar la nobleza de la lucha, tal y como se cuenta en la magnífica película “El Club de la Lucha”.

Este poso natural, que acepta la lucha por la lucha, como entrenamiento de la lucha por la existencia.

La juventud de los pueblos que se entrenan en la lucha, se hacen dignos de su sangre, de su familia y del suelo en el que viven. Y saben que envían los genes de su raza a la siguiente generación.

Y esa generación que sucede a otra, a la que recuerda con orgullo, sin ápice de tristeza, da la fuerza al guerrero que se considera fuerte entre los fuertes, humano entre los humanos: camaradas como Fernando de Zárate.

¡PRESENTE!

Vuestro Otto.