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Procedimiento contra Mónica Oltra. Por José Luis Roberto.

El juzgado de instrucción numero 15 de Valencia ha archivado provisionalmente, a falta de recurso, el procedimiento contra Mónica Oltra.

Leo al coro de palmeros de la izquierda con la continua citación del montaje de la extrema derecha, que es nuestra responsabilidad, y que al menos deberíamos (debería) pedir perdón.

Centremos el tema:

1.- En ningún momento de este largo proceso he solicitado como letrado la investigación de Mónica Oltra. Su enjuiciamiento se debe a una decisión del juez instructor, tras unas declaraciones desafortunadas de la misma Oltra, y con una dura calificación por parte de la fiscal. Nada que ver con extrema derecha. Simples mecanismos judiciales.

2.- El insoportable clima que dicen que vivió no es por mi participación como abogado de la víctima de su marido.
Aunque me haya puesto a mi como el malvado, por no atreverse a señalar a los verdaderos que le hicieron daño. Los que desequilibraron su sentido fueron sus propios socios que aprovecharon el momento. Ella misma reconoce que dimitió para no romper el pacto del Botánico.

3.- Para mi la principal culpable de la situación fue ella misma que con su actuación desproporcionada alentó lo que pasó. Fueron sus declaraciones las que llevaron al juzgado a meterla en el sumario (no fue a petición de ninguna de las partes); fueron sus continuas declaraciones fuera de lugar y sus actuaciones esperpénticas (el baile con Baldovi en el cauce del Río) los que demostraron que no tenía control ni sobre la situación, ni sobre su actitud, llevándola del completo parosismo feliz a la total depresión con su dimisión al día siguiente.

Si hay algún culpable y cree que deba pedir perdón que lo haga.

Por mi parte yo solo he sido un espectador atónito viendo el devenir de los hechos, limitándome a defender a mi clienta.

Personas que nos gobiernan a costa del dinero de nuestros impuestos deberían: Unos tener el equilibrio personal y necesario para ostentar el cargo que ostentan. Otros tener la mínima lealtad a los que son sus socios políticos.

José Luis Roberto, presidente nacional de España 2000.