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No es vergüenza, es venganza.

Los continuos delitos de ‘la mujer que está profundamente enamorado’, del hermano emparejado con el presidente de Badajoz, desconcertado hasta no saber dónde trabaja, aunque sí debe saber quién le ha metido. Los ‘tejemanejes’ de los otros tres de la banda del Peugeot, tejemanejes de los que nuestro muy honorable presidente no se enteró, a pesar del estrecho contacto y pequeño espacio. Hay que entender que está profundamente enamorado, también de él, y un amor tan profundo te hace estar en las nubes.

Ya no estoy avergonzado, eso fue muy al principio, cuando veía esa cara de tahúr mintiendo como si nada, cuando sentía que todos esos fastos, esos Falcon, y esa vida de estrella era a costa de mis impuestos.

Ya no estoy avergonzado, he pasado ese estado; ahora exijo, y quiero, venganza. Quiero que se descubran esas 480 cuentas que está investigando la UCO, quiero que se sepa exactamente dónde está y cuánto es el dinero, quiero que no tengan posibilidad de disfrutarlo, quiero que se embarguen sus bienes y los de sus testaferros, incluso los del partido. Y quiero que vayan a la cárcel sin rebajas y sin indultos; donde puedan estar todos ellos profundamente enamorados con sus vis a vis reglamentarios, pero lejos de la ciudadanía.

No quiero solo justicia (me han hecho creer poco en la justicia), quiero VENGANZA.

José Luis Roberto, presidente nacional de España 2000.