El pasado día 18, en el aeropuerto Adolfo-Suárez Madrid-Barajas, se desarrollaron unos graves altercados en un vuelo en el que viajaba un deportado, custodiado por miembros del Cuerpo Nacional de Policía.
Antes de la salida del avión, en la zona de facturación del aeropuerto, por parte de miembros de una asociación pro inmigración masiva llamada “campaña estatal por el cierre de los centros de internamiento”, se han repartido folletos incitando a los pasajeros de ese vuelo, a que se amotinasen en el avión, poniendo en peligro la seguridad aérea de la aeronave, con el fin de evitar la deportación de un ciudadano de Senegal.
Este llamamiento a la violencia tuvo sus frutos y, buena parte del pasaje, entre ellos, amigos de esta persona, empezaron a agredir a los miembros del CNP que custodiaban al deportado, rompiendo un tobillo a un agente, y provocando el retraso del despegue del avión por los incidentes. Como consecuencia se tuvo que desalojar a todos los pasajeros y proceder a la detención de 10 personas, de entre los miembros del pasaje, acusados de delitos de sedición y de atentado a agente de la autoridad.
Este tipo de incidentes en vuelos comerciales, donde viajan deportados, son cada vez más frecuentes pues, en ocasiones, ni siquiera van custodiados por miembros del CNP, debido al gasto en dietas económicas que ello implica, poniendo así en riesgo al resto del pasaje y a la aeronave.
Tal vez, no deberían usarse vuelos comerciales para el traslado de deportados y deberían emplearse aviones específicos, por ejemplo, del Ejército, así sería más barato y más seguro, pero ya se sabe que en España está mal visto que el Ejército o los cuerpos policiales, actúen defendiendo nuestras fronteras.
J.C.L.
