El Marxismo y el Capitalismo son como dos vectores que pivotan sobre un mismo eje; la acumulación de la propiedad.
El Marxismo, mediante su más perversa interpretación; el Comunismo, no solo niega la propiedad de los medios de producción, sino que acaba aboliendo toda propiedad privada, quedando todo al servicio de un estado tiranicida y totalitario dirigido por autócratas ideológicos disfrazados de salvadores y protectores del pueblo, en donde el proletariado no posee nada, pero es “feliz”. El Capitalismo, en su atávico afán de lucro, utiliza el infame ultraliberalismo para adaptar sus maniqueas políticas al imperativo económico, en donde lo único que importa es el beneficio obsceno y sus cuentas de resultados, creando una desigualdad económica que lesiona y cercena la cohesión social, quedando una sociedad embrutecida por el consumismo, deshumanizada y sin identidad en donde lo único que importa es el “dinero”, y un estado político supeditado al poder económico, dirigido en las sombras por plutócratas, en donde el ciudadano, al final, no poseerá nada pero será “feliz”.
Siendo evidente la simpleza de esta introducción política sobre el capitalismo y el marxismo, debería bastar para que hiciéramos un análisis en profundidad sobre la situación actual, económica y social, que esta sufriendo el pueblo, nos están engañando, tanto los unos como los otros, con las grandilocuentes palabras sobre la democracia y la libertad, pero al final el resultado es el mismo; la esclavitud, en el marxismo sin ambages y en el Capitalismo disfrazado de derechos y deberes “democráticos” pero siempre económicos.
Nosotros, los social patriotas, denunciamos la falacia de que solo existen estas dos opciones políticas, ni de izquierdas ni de derechas, el capitalismo prescinde de la dimensión ética y moral del individuo y subordina su existencia a fines materiales. El comunismo, también prescinde de su dimensión ética y moral y lo convierte en un simple engranaje de una maquinaria social colectiva.
Existe una tercera posición, en donde se combinan los intereses individuales con los intereses del conjunto de la sociedad, en donde debe de existir una independencia y soberanía económica real, donde la igualdad de oportunidades sea refrendada por el mérito, donde la libertad y la justicia social vayan de la mano, donde es abolida la explotación del hombre por el hombre o el hombre por el estado.
Esta es nuestra ideología, esta es nuestra lucha.