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La izquierda chiripitiflautica

Amici, camerati, compagni:

Para los más jóvenes, que alguno habrá entre vosotros, hubo un programa televisivo, en la mejor televisión que ha conocido este país, la TVE de los años 60-70, que servía para tener entretenidos a los niños del desarrollismo. Y este programa se llamó “Los chiripitifláuticos”:

El programa era de producción propia, es decir, no se le pagaba un pastón a ninguna “fábrica de la tele”, “terrat” y demás engendros de matriz separatista, que se lo lleva crudo del presupuesto público, graciosamente engordado con nuestros impuestos. “Los chiripitiflauticos” era absolutamente “blanco” -faltaría más-, del gusto de niños y niñas, y absolutamente inclusivo, sin “niñes” ni cirugías mutiladoras infantiles, tan del gusto de la “charocracia”; refresco el concepto: la ‘charo’, ya sabéis, es una tipa de pelo corto teñido de rojo o de morado, funcionaria la mayoría de las veces, que decía no necesitar un hombre en su vida y que, llegada a los 45 o los 50, sola y quemada por la vida, cae en una depresión que la acompañará durante el resto de sus años y que la convertirá en adicta al prozac, al alcohol, al marlboro y a sus gatos.

A los críos más críos, a los que ahora se les denomina despectivamente como “boomers”, hijos del “boom” demográfico y del desarrollismo sesentero, les encantaba, porque tenía un humor absolutamente ingenuo, bienintencionado, con “valores”, que se diría ahora.

El Caudillo, con Girón y José Luis Arrese, entregando una escritura de propiedad de un piso a una familia humilde de trabajadores. Qué dictador más perverso, proporcionaba viviendas, en vez de “cursos de igualdad”.

Fueron buenos tiempos, por eso hubo un aumento de la natalidad, pese a la insistente “verdad oficial” que se nos quiere imponer a base de subvenciones a la fábrica de propaganda totalitaria de las cadenas -nunca mejor dicho- de televisión generalista, de que el franquismo fue páramo de soledad, llanto y crujir de dientes.

La Fashionaria

El caso, camaradas, es que, en un típico ejemplo de traición intracomunista, la también conocida como “Fashionaria”: mezcla de “fashion” -moda de gastar mucha pastuki- con “La Pasionaria”,

malvada comunista “pata negra”, instigadora del crimen de estado, el asesinato de José Calvo Sotelo, cuando dijo tras una intervención parlamentaria el 16 de junio de 1936 del líder de “Renovación española”, aquello de: “este hombre ha hablado por última vez”. Situación que determinó al general Franco para apoyar el Alzamiento.

Puñaladas comunistas

¿Qué sería de la Política sin la Traición de los camaradas? Pues eso, que los comunistas han pasado del “endeless love”, amor sin final,

al momento “a degüello”, que era el toque de la caballería española, y que sale en la película “Río Bravo”, película que habla sobre el valor, la amistad y la redención:

Porque, vista la caída en las encuestas del imperio podemita toca “vestir el santo” con otro ropaje, nunca mejor dicho, y hacer un invento muy “chiripitifláutico”, con simpatía y mucha ternura -Yolanda dixit-. Y así, recuperando un toque infantiloide de señorita de parvulitos, suavemente exigente, pero bienintencionada, que nos promete todo tipo de ventajas y sinecuras si le somos obedientes y votamos a las “Otras Políticas”. ¡Uy, mecachis, me parece que falta una!.

“MISMOS PERROS PARA MÁS PERRAS”

Total, que a principios de semana, las distintas tribus de comunistas disfrazados de “chiripitifláuticos” nos demostraron en qué se ha convertido el antaño temible comunismo de la III Internacional o Komintern: En un desfile de “barbies”, absolutamente vacío de significado y con el apoyo de los “massmedia”, actorcillos e intelectualillos de chaletazo y moralina, Jorgeja, el primero:

Porque el caso, camaradas, es que las elecciones están a 45 días vista, y la división de los partidillos de esa pijoizquierda chiripitifláutica que nos gobierna nos hace augurar un cambio de ciclo político que esperamos, con cierto escepticismo, se convierta también en un cambio radical de las políticas disolventes de la Agenda 2030, metiendo mano, con perdón, al sistema clientelar de subvenciones y ayuditas que, nutrido con nuestros impuestos, sirven para crear bandas de lumpen-subvencionados, que lo mismo te sirven para un 8-M, para un día del Orgullo, o para el día del Domund Sindical de Comegambas Domesticados del Primero de Mayo.

Valentina-Yoli y el Tío Aquiles-Ribó

Siguiendo con los Chiripitifláuticos, a mi la Yoli me recuerda muchísimo a la sabihonda controladora que mandaba muy bien con su archisabido “hola, señores chicos”, que era la llamada Valentina, que hacía pareja con el “tronado” tío Aquiles, que tenía “sobrinos a miles”. En el caso del gran Joan, “asesores y altos cargos a miles”, todos ellos superpreparados, claro, pero en riesgo de “exclusión social” si pierden las elecciones y se acaban los latisueldos que les pagamos con nuestros impuestos los españolitos de a pie.

“Somos malos, malasombras, somos malos de verdad”

Personajes entrañables, que le daban un poco de vidilla a las historias almibaradas y naïf de los Chiripitifláuticos, eran los Hermanos Malasombra, “que solo saben pinchar”.

Y es que la labor de “pinchar” tiene su canción y su misión:

Sobre todo a los “globos” ideológicos de la izquierda caniche, dulcecita, traidora a la Nación, a sus bases electorales, a los trabajadores y a las clases humildes. Por eso, como el gran Voltaire, hemos actuado en “el denunciar a los infames” con un éxito inesperado, pero fruto de la tenacidad y la decisión. De tal manera que, por lo menos en esta asendereada “Comodidad Valenciana”, la caída de la izquierda chiripitifláutica se deberá, en parte no desdeñable, a nuestra acción erosiva sobre el puntal que sostenía el montaje ideológico de la “ternura empoderada de la sororidad”, y su antaño máxima lideresa: en poco menos de tres días, del “todos somos Mónica”, al “apártate que molestas”. Cosas de traiciones comunistas, camaradas.

Unidad, orden y aguantar

Esa es la consigna. Y que de nuestra voluntad inquebrantable de “pinchar”, inasequibles al desaliento, tomen nota los previsibles “vencedores” del 28-M, PP/VOX, porque conocemos sus debilidades, sus virtudes públicas (pocas) y sus vicios privados (muchos), y como una torreta del acorazado Bismarck, podemos virar a izquierda o a derecha y hacer blanco.

No esperamos cargos, ni prebendas, luchamos por unos ideales que, aunque hoy minoritarios, son justos y nobles, unido a un carácter berroqueño, como el del general Muñoz Grandes, al que homenajearemos junto al divisionario Valero Sebastián del Toro, el próximo 18 de abril en Valencia.

Ellos constituyen la clave de la victoria política y, sobre todo, vital, personal y, por supuesto, galante.

Vuestro Otto.