En el Centro Rockefeller de Nueva York, uno de los «centros neurálgicos» del NOM y su genocida Agenda 2030, izan cientos de banderas lgtbi, símbolo de imposición y adoctrinamiento de un poderoso y subvencionado lobby que atenta contra la familia tradicional y la naturaleza humana.
La condición sexual pertenece al ámbito privado de cada uno y no debe convertirse en un circo esperpentico ni en una herramienta en manos de las élites globalistas y sus perversos planes.
Desde España 2000, ante el «bombardeo mediático» que sufrimos estos días con el lobby lgtbi y sus banderas arcoíris, reivindicamos el verdadero orgullo, el heterosexual, y nuestra firme defensa de la familia tradicional, columna vertebral de nuestra sociedad.