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España2000 ante el fallecimiento del expresidente Adolfo Suárez

ESPAÑA2000 desea transmitir a los familiares de Adolfo Suárez su pésame por el fallecimiento del que fuera presidente del gobierno español, lamentando tanto su drama personal como las circunstancias de su larga enfermedad.

Sin embargo, este sentimiento humano no puede distorsionar la valoración sobre su papel efectivo durante la transición.

ESPAÑA2000 RECUERDA que lo que se ha dado en llamar “Transición Española” (1976-1981) fue un período extraordinariamente convulso en la historia de España, que no tuvo nada de modélico, ni de tranquilo.

Se trató de un proceso que las elites económicas españolas requerían para integrarse en la Comunidad Europea y así ampliar sus mercados al tiempo que se entregaba la economía nacional a los intereses comerciales de los países europeos e inversores norteamericanos, y nos postrábamos ante los intereses geopolíticos de la OTAN. Este cruce de intereses utilizó a una parte del franquismo que deseaba mantenerse en el poder como fuera, y para ello iniciaron el camino que llevó a la redacción de la Constitución de 1978.

Ni Suárez ni el Rey fueron los “motores del cambio”, sino que éste fue impulsado por las fuerzas que acabamos de enumerar.

ESPAÑA 2000 VALORA NEGATIVAMENTE aquella transición que se cerró en falso y ha dado lugar a un régimen que en sus 35 años ha demostrado graves deficiencias, no estar en condiciones de resolver los graves problemas de la sociedad española e incluso de crear problemas que no existían en 1975, régimen que en estos momentos se está hundiendo entre el aroma de corrupción, la ineficacia, la crisis económica y la centrifugación del Estado. Es inevitable recordar que “aquellas aguas, trajeron estos lodos” y que a Adolfo Suárez le corresponde una parte sustancial en la responsabilidad de un régimen que, desde el monarca hasta los ayuntamientos, es cualquier cosa menos ejemplar.

ESPAÑA2000 DENUNCIA que la muerte del expresidente está siendo utilizada para mitificar la transición, ensalzar sus “logros” y olvidar el caos actual, justo en el momento en el que el régimen está atravesando una situación crítica e insostenible durante mucho tiempo y en donde el panorama político del país tiende a entrar en un período de inestabilidad permanente. La sobreactuación que están demostrando las fuerzas políticas se demuestra en ensalzar a un ex presidente que siempre fue arrastrado por las circunstancias, que nunca estuvo en condiciones de controlarlas, que ni siquiera supo organizar una fuerza política coherente (UCD no fue más que un conjunto de oportunistas sin escrúpulos unido a franquistas vergonzantes que pronto se desintegró sin dejar señas) y ante cuyo fallecimiento hubiera sido mucho más correcto guardar un piadoso silencio sobre su pasada gestión y dejar que sus familiares lo lloraran, antes que convertirlo en lo que nunca fue: Un gran estadista dueño de sus actos.