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Más dura será la caída

Amici, camerati, salute:

Bien, ya lo sabéis. Pese a los intentos de la policía del pensamiento, de la alianza de intereses de los “mass media”, y la patulea de lloricas y “antifas” y millonarios progres y sindicatos subvencionados.

Madrid es de los nacionales, mejor, dicho. Madrid es fascista. Exactamente, el 4 de mayo de 2021, 1.950.000 madrileños se hicieron fascistas de la noche a la mañana.

Sí amigos, gracias a la inteligencia política de “Producciones Iván el Burrible”.

Fascismo, cervezas y berberechos

Y es que, según Carmen Calvo, el fascismo -o su versión “hard”: el socialismo nacional, aka “nazis”- acecha detrás de unas cañas de cerveza fascistísimas.

El caso es que, para la “pixi-dixi” Carmen Calvo, la causa del triunfo de las derechas en Madrid -ese “poblachón manchego” que decía Camilo José Cela- han sido las cervezas embuchadas por las masas fascistas, desenfrenadas, que quieren vivir su vida disfrutándola por sí mismos.

Lo de la “marcha sobre Roma”, con el grito de “O Roma o morte”, se va a poner muy, pero que muy de moda el año que viene: el centenario 1922-2022. Confiamos plenamente en que “Producciones Roberto” sepa preparar los eventos del “Nuevo Amanecer”.

Enjoy yourself:

Y es que toda la cutre-retórica “antifa”, la verdad es que se ha quedado sin recorrido político. Al revés, nos ha facilitado el regreso a los patriotas, pero con nombre y apellidos ideológicos, reconociendo de dónde venimos y hacia dónde vamos. Porque de lo que ha pasado en Madrid, de lo que va apasar próximamente en España y pronto en todo el mundo, es la acción revolucionaria patriótica basada en la alegría de vivir. Os pongo una canción -bajo-. Está inspirada espiritual y musicalmente en el “Horst Wessel”: (las autoridades patrióticas recomiendan para subir la moral ante las bajonas existenciales. Consúmase sin moderación).

Esta “casualidad” musical la detectamos algunos patriotas a los primeros compases. La letra de la cancilón “ska” coincide en espíritu con la “marcha” “Arriba las banderas”. En ambos casos emana ganas de vivir, ya que la vida es corta y nos queda menos tiempo del que nos creemos.

Y es que tomar cervezas, hablar con los camaradas, quitarse cada vez más la “mierdascarilla”, forma parte -aquí y ahora: en las elecciones de Madrid se ha visto-  del vitalismo, la lucha por la existencia, el placer de la conquista, es propio de los patriotas. Y lo contrario del pensamiento “progre”: el “pobrismo” es propio del populacho y de quienes le manipulan. Lo explicó F.Nietszche: la eterna pugna entre la “moral de los esclavos, contra la moral de los señores”.

Nosotros, no hay que explicarlo, vamos con los “señores”. Con los que son capaces, esforzados, valientes, generosos. Por eso nos alegramos quelas “ratas” abandonen el barco que se hunde. Y entre ellos mismos cunde el desánimo y la traición.

Para todas las “ratas” que han huido y que huirán, la famosa canción de Paquita la del Barrio: “RATA DE DOS PATAS”, dedicada al “Coletas”.

Porque, no hace ni un año, todos eran superamigos y se la prometían muy, pero que muy felices por los miles de millones de euros que nos traía Papanatas Sánchez:

La que se avecina, vecina

Pues bien, camaradas, vamos a pasar del “palmas, palmitas, que viene papá”,

y del “salimos más fuertes”,

y “no vamos a dejar a nadie atrás”, a la subida de impuestos más incisiva en la “clase media” que jamás se hubiera atrevido a hacer ni Borrell, ni Montoro. O sea, la ruina para la clase media y, de paso, para las clases humildes.

Por consiguiente, camaradas, dad por segura la derrota del social-comunismo para muchos, pero muchos años. Nosotros, está claro, vamos a ayudar a que eso ocurra. Con inteligencia y con la sabiduría oriental que nos enseñó Bruce Lee.

Be water my friend.

Entendamos todos que sin la unidad de los patriotas los frutos de la próxima victoria los recogerán los Borja-maris, diciendo que fue cosa de ellos, que sufrieron mucho por los demás, y se creerán legitimados para seguir masacrando a la gente sencilla de los barrios. Esta es la esencial tarea que nos compete, empujad el cambio político, desde nuestras propias falanges, con orden y disciplina, aprovechando la experiencia, llamando a la primera fila de la lucha a la gente joven y enseñándoles con inteligencia para que, en la política sepan ganar sin perder el honor.

Vuestro Otto.