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Pedro y navaja

Camaradas, ¡salute!

La letra no tiene desperdicio -un español portorriqueño sonoro, rítmico, sensual- y la moraleja es: las cosas no salen como uno pretende y la sorpresa acecha al que infatuado cree en su suerte sin preparar la respuesta del adversario. Porque, seguro al 99’99%, la operación “M&M” -moción de censura en Madrid y Murcia y ruptura de la débil alianza PP/CS-, como medio de desbaratar cualquier alternativa al social-comunismo del Zompo y la Rata.

El caso es que a la parejita Pedro Sánchez-Iván Redondo, alias “el Navaja”, la trampa de elefantes se les ha vuelto en contra.

Y todo apunta a que en las votaciones plebiscitarias de Madrid, “las derechas” -PP/VOX- van a obtener una mayoría cómoda, superior a la absoluta, que deben servir para iniciar la “cuenta atrás” del desplome de la “mayoría Frankestein”.

Un palabro nuevo: el “backlash”:

Y esto me trae a la memoria el término inglés backlash, en español, sería algo parecido a “hartazgo” o “reacción”, y se le significa  como «una respuesta negativa en contra de algo». De un  rechazo contra “algo” que instalado en una aparente mayoría social -por ejemplo, el feminismo, el multiculturalismo, el veganismo-

pero que de forma rápida, imprevista y exponencial, igualmente que se extendió se volvió inaguantable y puede producir aversión.

Aquí bajo tenéis un “pasquín” feminista, avisando del peligro del “backlash” para sus malvados fines bragacráticos: su resumen “backlash”=revancha machista.

Por ejemplo, “backlash” sería para las feministas y su “madre de todas las Alien”, Carmen Calvo, la de Cabra, luchar contra las falsas mentiras de “Juana está en mi casa”.

O apoyar a una menor abusada -Teresa-

en un centro de la Conselleria de Igualdad, por un “marido de una persona muy importante de la Conselleria” .

Claro, como se teme, nos temen, porque realmente toda esta mugre pseudo comunista, no tiene entre sus valores más que la queja y el rencor de los serviles, clericales y santurrones contra los patriotas del pueblo, con sus banderas con los colores rojo y gualda. La auténtica, la de siempre.

Por consiguiente, camaradas, “alerta centinela”, porque la aparente hegemonía de la izquierda, sobre todo en los medios de comunicación de masas, jugando la carta del sentimentalismo y del “pobrismo”,

Puede que esté llegando a su fin, precisamente por pasarse con los jueguecitos de las más que falsas “amenazas fascistas”, evidentemente aprovechadas hasta laextenuación, para meterle miedo al personal. Por eso el título del artículito de hoy, lo de  “Pedro y Navaja”.

Y es que algo debe tener el fascismo cuando, con una antigüedad de un siglo, sigue generando miedo y, al mismo tiempo, una atracción de nuestro  propio espíritu hacia la íntima verdad de la existencia humana.

Como dijo el lema de un gran estudioso del alma humana, Julius Évola: “Entre las ruinas, cabalguemos el tigre de nuestro propio destino, ya que es la única manera de que no nos devore”.

Vuestro Otto.