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Conoce a tu enemigo (2): Las Charos

Camaradas, amigos: En la gran enciclopedia patriótica conocida como “Forocoches”, el saber popular acuñó un concepto que pronto se convirtió en “trendingtopic”: las charos.

Tal nivel de aceptación tuvo -y tiene- que me voy a permitir recoger de aquélla los caracteres esenciales, sin perjuicio de añadir alguno propio.

Veamos:

La ‘charo’ es el arquetipo de mujer de mediana edad, votante del PSOE o de Podemos y que suele aparecer en las manifestaciones feministas del 8-M con un cartel de «Manolo hoy la cena te la haces tú». El término es la respuesta de la “alt rigth”, o “tercer sector”, vamos, de la  derecha alternativa o “team facha”, o sea, nosotros, que formulamos el concepto como justa y proporcional respuesta a los denuestos que nos lanzan las susodichas tales como:

‘pollavieja’ o el ‘señoro’, o “machirulo”. de la izquierda feminista. En su acepción más amplia, es aplicable a cualquier mujer que defienda las tesis del feminismo interseccional -que es el que encuentra motivos para quejarse de todo y por todo y pedir subvenciones por todas y cada una de esas ficticias “agresiones”- y que elabore churriguerescos discursos políticos y filosóficos sobre el Satisfyer para dignificar el hecho de que sólo está masturbándose con un consolador cuqui de color rosa. 

De acuerdo con la taxonomía de las ‘charos’ realizada por la derecha alternativa, estas suelen medrar en las secciones de cultura de la prensa de izquierdas, en los ‘chiringuitos’ del PSOE y de Podemos y en las tertulias de las televisiones, donde pasan por «analistas políticas» a pesar de sus dificultades para distinguir la Constitución española del Código de Circulación de la República de Ruanda. 

Las charos-mediáticas

Pero puede hablar de todo en los medios porque siempre, pero es que siempre, tiene razón en todo-todo. Aquí os pongo a una “master” de los medios: Elisa Beni, Cristina Fallarás y Marta Nebot, que es una graciosilla que se esconde detrás de su “Nick” Barbijaputa y que se sitúa muy a la izquierda -por supuesto, muy bien pagada-, de nuestra Moni-Kamala.

Arriba, la Beni. Abajo, la Fallarás y Marta Nebot, la dentona de aquí.

Según algunos usuarios de Forocoches, fuente de varios de los términos de este diccionario, la ‘charo’ es una mujer «de pelo corto teñido de rojo o de morado, que decía no necesitar un hombre en su vida y que, llegada a los 35 o los 40, sola y quemada por la vida, cae en una depresión y que la convertirá en adicta al Prozac, al alcohol, al Marlboro y a sus gatos».  Una viñeta resumen:

La funcivaga

En un escalón más bajo dentro de la jerarquía de las “charos”, nos encontramos con la funcivaga. La funcivaga siempre está de curso, que organiza UGT-CCOO o similares. Cuando le parece bien se coge una “baja”, porque sí, y sabe combinar los “días azules”, con las “vacaciones”, de tal manera que le salen más de dos meses al año. Por supuesto, va a todas las manifestaciones del 8-M y sale a la puerta de la oficina a las 12 para protestar por los asesinatos machistas y hacerle la pelota a la directora generala de la cosa, porque es muy amiga suya.

Los depredadores de las charos: los chads.

El chad (a la derecha): el macho alfa de derechas. El de la izquierda es un “virgilio” o “rogelio”. El macho alfa de derechas, en oposición a los machos beta ‘liberalios’ y a los ‘aliades’ de la izquierda, que son los sumisos que se han rendido para ver si así les dejan copular un poquito.

El ‘chad’ es el hombre que no ha de hacer esfuerzo alguno para que se haga evidente su innata superioridad física y sexual sobre el resto de sus rivales en la carrera evolutiva. El ‘chad’ carece de complejos, es inmune al adoctrinamiento de la izquierda y se limita a seguir su propio instinto natural. En cierta manera, el ‘chad’ es naturaleza humana en su estado más puro. Y de ahí que un chad pueda ser tanto un concursante de Mujeres, hombres y viceversa como un miliciano serbio o, por supuesto, James Bond. 

Si el ‘chad’ es negro, su nombre es ‘Tyrone’. Si es ruso, ‘Sergei’. 

En fin, que nosotros podemos apuntarnos a la manada de los “chads”, que es como decir machos explotadores, heteropatriarcales, agresores sexuales y maltratadores del planeta, somos básicamente culpables por ser hombres, dado que así, ellas se siente muyyyyy víctima de ellos.

En fin, camaradas, que no podemos bajar la guardia ante la charocracia que nos oprime. Por consiguiente, cada vez que las charos os interpelen directa o a escondidillas con el típico comentario charista, os recomiendo que, lejos de defenderos, ataquéis. Al modo del protagonista de Robert de Niro, Travis en “Taxi driver”, ¿Me estás hablando a mi?

Os pongo el solo de saxo de la peli. Una gozada. La chica y el scotch os lo buscáis vosotros, que ya sois mayorcitos:

Vuestro chad, Otto.