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Labor omnia vincit

Freunde, Gefährten, Kameraden:

Hoy vamos a hablar sobre algo de absoluta in-actualidad: el sindicalismo entendido como defensa de los derechos de los trabajadores y de la Nación. Vamos, de lo que es en esencia el nacional-sindicalismo, que es como se llama a la ideología nacional con un alto componente socialista, entendido este socialismo como asunción de la defensa de los trabajadores y sus familias, vamos, de las personas que no han nacido en familias con pedigree, con apellidos, como los aristo-pijos de Borbones, los Medina, los Alba y de más ‘Holistas’ de toda la vida, junto a sus ‘compis-yoguis’ empresariales de la nueva corte letiziana.

O los Iglesias-Montero, los Sánchez-Gómez, y otros ‘pijoizquierdistas’, de hoy mismo…

La única ideología nueva del Siglo XX: el fascismo

El caso es, camaradas, que la hermandad de los trabajadores conseguida a base de aguantar penalidades en las trincheras, como fue en el caso de Adolfo Hitler y Benito Mussolini,

dio una perspectiva distinta a lo que hasta ese momento había sido la idea-madre del marxismo: la lucha de clases, toda vez que los obreros y sus familias habían comprendido que, además de luchar por obtener mejores condiciones laborales: “alimentos, educación y salud”, vamos, el socialismo de verdad y de utilizar únicamente el “instrumento” de la “huelga”, como en el famoso cuadro de Fortuny de abajo, también lucharon por sus naciones, a veces codo con codo con sus antaño patronos.

El Estado Sindical

Fue definido por el que fue carnet número cinco de Falange Española y de las JONS, Raimundo Fernández Cuesta, en la foto, entre José Antonio y Ruiz de Alda. El único de los tres que se salvó de las “sacas” de milagro.

Hay que cambiar, ante todo, la finalidad de la economía, subordinando ésta a la Moral y viendo en ella el medio de satisfacer las necesidades humanas, no el de acumular riquezas o saciar placeres.

Queremos, en lugar de la Economía incoherente e irresponsable del sistema capitalista, otra, basada en la noción de las necesidades públicas, en el principio de la responsabilidad y en una organización sindical, en la que empresarios y obreros unidos en el concepto de productores consagrados a una misma tarea. Debemos formar Sindicatos verticales y nacionales que, en lugar de ser exclusivamente de obreros o patronos, inspirados tan sólo en un interés de clase, lo estén en la producción”

Y esta aparente “cuadratura del círculo” produjo, entre otros avances sociales en Alemania, Italia, Argentina y España, es decir aquellos países donde de una manera u otra el Estado dejó de estar en manos de las oligarquías, sino que asumió su función superadora de la lucha de clases, produjo, decimos, algunas que otras conquistas sociales:

La Fuerza, la Alegría, el Trabajo, el Descanso

Pero no fueron solo medidas, que hoy parece que, según ellos, las hayan inventado los Sindicatos de Comegambas, en colaboración caritativa con los patronos corruptos y egoístas. 

Los estados nacional-sindicalistas, fascistas o del socialismo-nacional, dignificaron la vida de los obreros y sus familias, con lo que se llamaron las obras sociales y deportivas que encuadraban el ocio, sin desatender la cultura ni la educación. Por ejemplo: “A la fuerza por la alegría” que es lo que significa KdF, en Alemania, con sus cruceros de vacaciones, sin camarotes de primera, segunda y tercera.

O con colonias de vacaciones al lado del mar Báltico para obreros: Prora.

Aquí, en España, teníamos la Organizacion Sindical de Educación y Descanso.

 Que formaba parte del…

“Sindicato Vertical”, o “la CNS”.

En la CNS no había “liberados”. Había “Jurados mixtos de Empresa” y “enlaces sindicales”.

Por supuesto, todos estaban obligados a trabajar porque eran “trabajadores” y no “comegambas”, que buscaban el acuerdo, sin peligro de tener ataques de ácido úrico por culpa del marisco.

SINDICATOS DE PITIMINÍ

Hoy (por ayer) es Primero de Mayo, en homenaje a la lucha de los trabajadores por conseguir la jornada de 8 horas y conmemorando a los “Mártires de Chicago”, mayo de 1887,

unos anarcosindicalistas a los que se les endosó un atentado contra la policía durante una manifestación ante la fábrica McKormick, que no quería aplicar la ley.

En su momento fue un día que hacía temblar a los poderosos porque la clase obrera hacía retumbar las calles.

Hoy, sin embargo, los poderosos del mundo que se esconden detrás de la Agenda 2030 y del globalismo ordenan a los “comegambas” que se pongan tras la pancarta de lo que les mande Soros. Y ellos lo hacen. Faltaría más.

La Fuerza, la Alegría

Lo demostramos en Benimaclet, en Valencia, afirmando nuestro sentir nacional; en Chueca, el pasado mes de septiembre, luchando contra las agendas globalistas de Soros y sus acólitos.

Y lo hicimos con la fuerza que da la alegría de encontrarnos entre trabajadores, entre camaradas, juntos, valientes, alegres, sin miedo. Porque hay algo que tiene la calle, que tiene verse y comprobar que vamos en orden, que tal vez hoy (por ayer) no seamos muchos, pero cada vez seremos más, y seguro, cada vez más seguro, que el mañana nos pertenece.

¡¡Fratelli, a noi, a noi¡

Vuestro Otto.