Amici, camerati, compagni:
Que el hombre-hombre/macho-macho siempre ha tenido, tiene y tendrá como objetivo en la vida el “yacer con fembra placentera”, es, ha sido y será, un “básic” del comportamiento de la especie. Y no solo de la nuestra, sino la de cualquier especie en la que el dimorfismo -ya sabéis: tornillos unos, y tuercas otras-, nos llama y nos marea como objetivo vital. A todo esto, lo hemos llamado siempre “normalidad”, y lo demás, es decir, lo de “género” y demás gansadas, son modas muy, pero que muy bien subvencionadas.
La historia ya la conocéis, un policía nacional, joven, buen mozo, se “integra”, cumpliendo las órdenes de sus superiores, en una panda de zarrapastrosos/as/es de la CUP, que es una especie de revoltijo ideológico, con fondo anarcoide, con derecho a “okupar” y quemar contenedores. De paso, en el 2017, el 1-0, se creaba el “caldo” de la republiqueta catalana de 18 segundos. Todas estas actividades han estado, y están, subvencionadas muy generosamente gracias a los “alcaldes del cambio” y las “autonosuyas” de recambio.
Es decir, de los que van contra todos y todo, pero sin pegar un palo al agua, porque trabajar “es de fachas” y mola mucho más fumar porros y, por supuesto, “tener relaciones sexo-afectivas”. O sea, lo de toda la vida: follar, “pillar cacho”, “darse el lote”, etc. Que en los 70 se conocía como “vivir en comuna”, o “ser hippie”.
El poli-amor
Estos “pre-delincuentes” es muy fácil que se crean que pueden realizar “acciones directas”, es decir, poner petardos con explosivos de verdad, fabricar cócteles molotov o, quien sabe, matar a algún patriota por cometer el “grave delito” de llevar la bandera de España.
Recordad que, el tipo de la derecha, Rodrigo Lanza, fue un “okupa” de buena familia, que, antes de matar a nuestro camarada, dejó paralítico a un policía local en una pelea defendiendo su “derecho” a okupar y a vandalizar, con el apoyo de los podemitas y progres en general.
Es decir, que, dejando de lado el caso humorístico, a esta “gentecilla” hay que tenerla en vigilancia preventiva, porque son muy, pero que muy cortos de entendederas y capaces de atentar contra el orden público, que es la defensa de personas y propiedades, base de nuestra libertad y civilización. Esto de la infiltración policial, o de los “servicios de información”, es la única manera de poder evitar o detener en “flagrante delito” a los infractores, puesto que las labores de “inteligencia” son las que mejor resultados dan cuando se trata de atacar las “bandas organizadas” y, aunque con tintes políticos, los movimientos antifascistas lo son, y mucho, además de estar protegidos por los políticos que promueven la Agenda 2030.
Por consiguiente, cuando el giga-chad del poli-amoroso se infiltró tuvo que “comerse” alguna peladilla, recurriendo a la seducción de las ninfas, como hacía James Bond, o Mata-hari, que fue una espía muy real y que pagó con su vida, fusilada por los franceses en la Primera Guerra Mundial.
En este caso, por muy catalanas que fuesen las gachís de la CUP, no debían ser ninguna Shakira, ni mucho menos Clara Chia, niña muy fina, por cierto. Más bien al contrario, el “ramat”, o el rebaño en español, debía ser, más o menos, de esta ganadería de “pura raza CUP”, que es la vertiente catalana de las “Bilduetarras”:
Yo espero, deseo y confío que la “información vaginal” que haya obtenido giga-chad sea extremadamente productiva y vital para la seguridad del Estado. Porque siendo un tipo “mazao” de gimnasio, por mucha testosterona que tenga para dar y vender, a base de polvos con las orcos de la CUP, litronas y antidepiladoras, la verdad es que se merece la medalla policial con distintivo morado, por haberse tenido que “entregar” a las “compañeres”.
El comisario Conesa, “in memoriam”
Los tiempos han cambiado que es una barbaridad, me lo recuerda la memoria personal, no hay otra: el resto de las “históricas” y las “democráticas”, es lavado de cerebro. Cuando el conocido grupo terrorista, un subproducto del FRAP, llamado “GRAPO”, secuestró a Antonio María Oriol, presidente del Consejo de Estado, y al teniente-general Villaescusa, finales de 1976, solo las labores de “infiltración” de gente profesional y muy inteligente, como el comisario Roberto Conesa,
que a la sazón, estaba ya prácticamente retirado como Jefe Superior de Policía en Valencia, permitieron liberar a estas personas, auténticos patriotas y servidores del Estado. Valga este artículo heterodoxo para rendirle homenaje a él y a todos los que supieron “jugársela” en defensa de la paz social y del orden público. Hoy, que priman los cobardes y los desmemoriados, con algunos años más, y conociendo lo que de bueno hicieron, los recordamos.
DESPECHÁS y MOTOMAMIS
Vamos a finalizar con más mujerío catalán. Escuchad este merenguito-rumba, “Despechá”, un remedio para el desamor:
Esta es “hispano-catalana” de cojones. Rosalía, mujer de verdad, muy talentosa. Me gusta mucho más que la Shakira, que nos amenaza, como una separona despechá, con “facturarnos”. Rosalía se va a la disco y a otra cosa, mariposa. Las ninfas de la CUP es lo que tenían que haber hecho, disfrutar de la vida y a buscar buen macho que las solace antes de que se les pase el arroz y la vida. Pero lo malo de las ideologías cerriles, puritanas, hijas del clericalismo -ahora se les llama de “identidades”- es que, si te descuidas, la razón de vivir, la alegría, el buen vino, los buenos amigos, y el amor, sea del tipo que sea, se pasa, como decía aquella canción de “Pata Negra”: “Pasa la vida”.
No dejemos que las amarguras, las propias y las que os quieren “inocular”, como las falsas vacunas, nos impidan “ir a la discoteca”, como Rosalía, o cantar y brindar con buen vino como nos indicó Otto Skorzeny, que tanto valía para rescatar al Duce del cautiverio (por la traición del rey felón Victor Manuel III) como para cantarle a una bella mujer, como un buen aventurero y galán que fue.
Vuestro Otto.