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Barbies y Kens

Amici, camerati, compagni:

Hasta que empiece el mercadeo, que será durante este mes de agosto, el reparto del tasajo entre los partidos, por no decir bandas, y el posterior “spoil system”, que traducido literalmente del “yankinés”, es “sistema político de expolio”,

el “reparto de la tarta”, de la visible: los cargos y sus latisueldos, y de la invisible, que es la realmente buena y apetitosa: los negocios presentes y futuros.

Y como ejemplo de revolución traicionada y nacimiento de una “nueva clase política”, comunista depredadora, por supuesto, aquí os dejo el ejemplo de Nicaragua, donde se acuñó el concepto de “La piñata”:

Mientras tanto vamos a hacer una “miajita” de crítica cinematográfica, para que podamos comprender la gravedad de la ofensiva del mundo globalista, a través de la “hegemonía cultural”, para socavar nuestra libertad, nuestra propiedad y, en definitiva, nuestra vida.

QUÉ ES LA “HEGEMONIA CULTURAL”

El comunista Antonio Gramsci desarrolló el concepto de hegemonía cultural a partir de la teoría de Karl Marx, de que la ideología dominante de la sociedad refleja las creencias e intereses de la clase dominante para “convencer íntimamente” a las personas en las normas, valores y creencias del grupo social dominante.

El grupo que controla estas instituciones hoy en día, básicamente, son las universidades, en alianza con los medios de comunicación y los productores de ficción: Netflix, HBO, Disney. Pero también Mediaset, Prisa, Mondadori, etc.

Estos son los que controlan, al menos lo intentan, al resto de la sociedad, hasta hacerles creer que las condiciones económicas y sociales deben ser así, ocultando que son creadas por personas con intereses en la dominación mundial.

NETFLIX: BIENVENIDO AL MUNDO SEGÚN LOS WOKE

Netflix es la mayor productora de ideología woke del mundo. Sus propietarios son los de siempre: comunistas, masones y oligarcas que aspiran a la existencia de un Gobierno Mundial, por encima de las naciones y las personas.

Es decir, que la “Dictadura Globalista Mundial”, que es lo mismo que la “Agenda 2030”, tiene una religión: lo “woke”.

Hollywood, la fábrica de pesadillas woke

Pues la cosa está, camaradas, que con toda la potencia económica de Netflix, más la “ayudita” de Disney y Mattel -que es la propietaria de la marca “Barbie” y sus complementos- se ha pergeñado un “supositorio ideológico” de lo más “woke” para ir metiendo en las mentes infantiles, y no tan infantiles, toda la ideología de género, que es lo mismo que decir degenerada. De tal manera que la fábrica de mentiras ha convertido las historias de novios-novias, típicas de las niñas -y algún sarasote-, en el modelo ideológico a implantar en las cabecitas de los niños, niñas y niñes y de sus papás-mamás, memos y memés. Barbie no es una película, es una «acción», en los términos precisos en que los teóricos de la izquierda posmoderna entienden las acciones. 

“Barbie”, camaradas, no es una película veraniega más, es la perversión sistemática del cerebro infantil de las niñas, con el objeto de convertirlas en enemigas del sentido de la feminidad y, por supuesto, de los varones. Vamos, un planazo que hace salivar a la imbécil de la Montero y de la Pam. Porque, claro, si las niñas no aceptan a los niños desde su más tierna infancia, con lo pesados y tontacos que se muestran en la película, la moda será hacerse “lesbi”, o “monja seglar”, pero que a ningún machirulo se le ocurra poner su lúbrica mirada en las mentes de esos seres de luz que, si no brillan más y se ponen por encima de los cerriles de los niños, es porque el heteropatriarcado las tiene dominadas o dominades, que si no, cualquier fémina se las arreglaría en la vida mucho mejor. Es decir, vamos a crear una respuesta de aversión desde la más tierna infancia a la feminidad clásica, y, por supuesto, a la maternidad de las mujeres occidentales. Así, de paso, conseguimos la extinción de la raza blanca y la cultura occidental.

La izquierda boba: del antiamericanismo a la adicción a Netflix.

Hubo un tiempo en que la izquierda obrera luchaba contra el capitalismo a base de intentar destruir sus preceptos e iconos culturales. Yo recuerdo los intentos de boicot a películas de hombres-hombres, como “Boinas verdes” o “Green berets”. Hasta intentaron un boicot a Frank Sinatra en 1986, en el concierto del Santiago Bernabeu, quedaron muchas entradas por vender y Frank se las regaló a policías y guardias civiles. Un señor. Os pongo el último concierto que hizo en España, con 77 años y una voz perfecta. Fue en Barcelona, 1992. Una hora de arte y clase propia de los hombres-hombres.

Naturalmente, con esta izquierda de figurines, la mejor representación como los “Barbies y Kens” de la política son “Ken Sanchez” y “Barbie Yolanda Díaz”, que son puro marketing político, metido ideológicamente en la cabeza lobosomatizada de los electores: buenismo y odio a la verdad y a la decencia a partes iguales.

Ved este video, de la argentina Rosana Kreixer, absolutamente demoledor contra el pensamiento woke. Hay esperanza mientras queden mujeres así:

Concluyo: el que esté apuntado a Netflix que se borre inmediatamente. Si no tiene otro remedio, aburrimiento, soledad o, simplemente, matrimonio estándar, mejor HBO -algunas cosas- o Filmin. Para lo demás, es decir, para continuar la lucha, camaradas, nosotros no podemos competir con Netflix-Hollywood, pero nosotros somos de verdad. Y como la defendemos, se trata de buscar siempre cualquier ocasión donde podamos manifestar las razones bien dichas y mostrar con la cara bien alta que no engañamos, que decimos la verdad, que la vida está llena de dificultades, pero que, lejos de buscar culpables al dictado de las auto sedicentes “élites culturales”, nos enfrentamos de cara a los problemas. Y aguantaremos los tiempos difíciles, como supieron aguantarlos nuestros padres y abuelos, que supieron levantar un país destruido, precisamente, a causa de los que traían una utopía comunista para el proletariado, que solo escondía esclavitud y dolor.

Por eso, quiero que recordéis la canción de “amor y guerra”, y el recuerdo de los mejores, de la generación de hierro que ya se nos fue.

Camaradas, no lo dudéis, venceremos, porque la justicia, la razón y la belleza de la vida digna está de nuestra parte.

Vuestro Otto.