Según datos oficiales, en España, el 10% de la población extranjera comete el 45,2% de los asesinatos por violencia de género, lo cual indica que tenemos un grave problema con cierta inmigración que procede de países con una cultura machista, principalmente musulmanes. Pero la izquierda y el feminismo tratan de ocultarlo y restarle importancia. Ellos dicen que no les importa el origen de los asesinos. Pero la realidad es que el feminismo actual, subvencionado y manejado por las elites globalistas, no lucha por la igualdad real (que en occidente ya existe), ni contra el machismo, su verdadero objetivo es acabar con la familia tradicional y con el hombre blanco y heterosexual.
Desde España 2000 defendemos un control estricto de la inmigración, mejorar la seguridad ciudadana y el endurecimiento de las leyes como formas más eficaces para acabar con la violencia contra las mujeres y con la delincuencia en general.