La absurda deriva legislativa y económica de este gobierno social comunista nos aboca a tiempos de protesta y posible revuelta. Con el caldo de cultivo actual si hubiera un gobierno de derechas estoy seguro que las calles estarían ardiendo y la protesta sería continua. Con una prensa subvencionada y tomada con miles de ONG’s en manos de izquierdistas, puestos y asalariados con partidas públicas, con sindicatos comprados, el casi silencio es la norma imperante ante un PP y VOX no acostumbrados a salir a la calle y con falta de preparación para hacerlo.
En los difíciles meses que vienen nuestro único objetivo es procurar que este gobierno se vaya, tapándonos la nariz si es preciso para votar al relevo, aunque sabemos que no se lo merecen. Si defendemos nuestra identidad, el sentido común, una sociedad diferente al Nuevo Orden Mundial, no podemos estar alineados con los partidos que ahora representan la oposición (PP y VOX). Ellos son más de lo mismo, ellos son el sistema. Unos la derecha liberal y capitalista; los otros lo mismo, pero disfrazados con lemas y frases que ni son suyas ni sienten plenamente.
Por eso, todos los demás, todos los que no comulgamos con el sistema de partidos actual, todos los que nos oponemos a la manipulación suicida a la que nos llevan las agendas del foro de Davos, todos los que defendemos los valores morales ante el relativismo absoluto, tendremos que llegar a acuerdos, como la auténtica resistencia que somos, para liderar la respuesta cuando el cambio llegue. Para ello tendremos que tener la altura de miras suficiente para anteponer la unidad a las bagatelas que nos separan. Hay que ser conscientes que la lucha contra los poderosos mentores y lacayos del Nuevo Orden Mundial solo puede ganarse con un monolítico bloque sin fisuras, con disciplina y jerarquía, y con el convencimiento de que todo es posible si ponemos la voluntad necesaria para conseguirlo.
José Luis Roberto, presidente nacional de España 2000.