Camerati, amici, compagni.
El tango:
Yo adivino el parpadeo
de las luces que a lo lejos
Van marcando mi retorno.
Son las mismas que alumbraron
con sus pálidos reflejos
hondas horas de dolor.
Y aunque no quise el regreso
siempre se vuelve
al primer amor.
Si hay una música que representa el espíritu de los pueblos mediterráneos, aquellos que reinaron sobre el orbe: Roma, Italia, España, es, desde luego, la música de arrabal, la que se silba, canta, tararea y, desde luego, si la necia de Irene Montero, la niña del fuego antifascista, nos deja bailar.
El tango, nacido en los arrabales de una Nación hermana, Argentina, desgajada de España por la estulticia borbónica de Fernando VII, el rey felón, traidor en el español actual,
y la conspiración masónica, de los generales “libertadores”, hijos y nietos de españoles que prefirieron obedecer a la Gran Logia de Oriente que servir a su Patria.
Decíamos que el tango es abrazo entre hombre y mujer, juego del deseo, pasión sin apenas recato, lujuria apretada, le llamó Unamuno.
PERFUME DE MUJER:
La escena del tango, aquí:
Pequeño Gran Pacino, ejemplo y esperanza para los caballeros galantes tallas “S” y “M”, como un servidor.
En fin, que los que no hemos nacido en un “cuerpo equivocado”, tan poco en un “gran cuerpo”, tipo Brad Pitt en la película Érase una vez Hollywood, homenaje a la belleza de Sharon Tate, asesinada por unos “pre-podemitas” hippies californianos, la familia Manson,
de esos del “paz y amor”, destructores de la belleza y de la familia, por ser instituciones fascistas y patriarcales, faltaría más.
Decía que, nosotros, los patriotas, los de la “Tercera Posición”, los “fachas”, los “nacional-sindicalistas”, en terminología clásica del falangismo, mantenemos unas “inclinaciones rectas”, con perdón, respecto a gustos sexuales y amorosos, y no nos hacemos un lío con eso del “género”, “sexo”, y que no recibimos subvenciones para la delación, vamos, que no somos del Ministerio de ‘Igualdad’ y suelta de violadores.
“Somos puritanas, hermanas, hermanas…”. Video para nostálgicos y amantes de televisión franquista-facha, pero de calidad:
Y por eso reivindicamos la belleza en todas sus formas. La estética de la cultura clásica, representada en las estatuas, en los templos, en las obras de teatro, en definitiva, del genio humano que sobresale de la pura animalidad. Aquí bajo, Fanny, defensora más de las pollas que de los pollos.
LA LUCHA POR LA VERDAD Y LA BELLEZA
Los patriotas creemos y defendemos que el ser humano es portador de valores eternos y que el esfuerzo, la lucha por la vida, el ejercicio de la voluntad de perfeccionarnos, de ser mejores, nos hace, precisamente, dignos de ser considerados humanos. Y entre nosotros, porque sigue estando entre nosotros, José Antonio Primo de Rivera, “el Ausente”, no se puede decir las cosas mejor, ved la entrevista:
José Antonio tenía colgado en la pared de su despacho un gran poema de Rudyard Kipling,
novelista y poeta inglés, de la gran época del Imperio Británico, y creador de la idea de la responsabilidad de defender la civilización, “la pesada carga del hombre blanco”:
IF, el poema, con voz humana, aquí:
EL ETERNO RETORNO: JOSE ANTONIO Y F. NIETSZCHE
F. Nietzsche, un filósofo que, dotado de un intelecto humano dotado de la genialidad, pronosticó la decadencia del pensamiento de Occidente, aquel que podríamos llamar de la civilización clásico-cristiana, que dotaba a los europeos del doble significado: ser mejores como obra personal, propia, para hacer mejor el futuro de nuestras patrias, de nuestras naciones, de nuestras creencias.
Y entre nosotros los españoles, “el Ausente”, representó y representa, como nadie, los valores, el esfuerzo, la dignidad, la perseverancia, la belleza del gesto, en definitiva, de quien, teniendo miedo a la muerte, supo enfrentarse a ella, con la palabra, con el alma, con la vida entera. Y por eso, pensando en que si las acciones de nuestras breves vidas son dignas, son bellas en sí, volvemos y volveremos las veces que sean necesarias, superando las fatigas propias de la incomprensión a la que las mayorías sociales condenan a las minorías, a nosotros, porque rompen su falsa ensoñación de bienestar químico perpetuo -el soma, de “Un mundo feliz”-, a cambio de perder su conciencia, su moral, su vida.
Y es por eso hemos vuelto al cementerio de Alicante:
Tras la guerrilla judicial de costumbre contra la iniquidad del rencor de los perdedores, a rendir homenaje a nuestros caídos, por Dios y por España y la revolución nacional-sindicalista.
En fin, que como decía Ramiro, “no parar hasta conquistar”, con la belleza en la acción, con espíritu de señorío, con “tener facha”, como bien nos explicó el gran orador y patriota, Blas Piñar,
distinguiéndonos clara y terminantemente de la “mugre” vengativa de la moral de esclavos resentidos que odian la belleza de la aristocracia moral.
Por último, un homenaje a los días felices de José Antonio. Restaurante “Or-Konpon”, que viene a significar en español, traducido del vascuence ‘Allá tú’.
Aquí se compuso en 1935 el “Cara al sol”, música del maestro Tellería y letra de Miquelarena, Sánchez Mazas, Agustín de Foxá, Dionisio Ridruejo y del propio José Antonio. La historia cuenta que José Antonio no dejó salir a nadie, fuera la hora que fuera de la madrugada, hasta no tener el himno de la Falange bien terminado.
Y del poder de la belleza, que es más fuerte que el de la propia muerte, da buena cuenta esta versión de un “guiri”, David Guetta, en Tomorrowland, con gritos de “Arriba España” incluidos.
Obviamente es un montaje, pero queda bien.
En fin, me despido ya, disculpándome por mi ausencia prudencial, pero es que Otto ha estado en un proceso hormonal para hacerse “trans”, porque nunca es tarde cuando hay afición y te dan subvenciones para ello.