Un grupo de radicales de extrema izquierda serán juzgados en los próximos meses en Valencia por una agresión a varios militantes y simpatizantes de España 2000. La Fiscalía reclama para ellos penas de hasta seis años de cárcel. Aunque nuestro presidente José Luis Roberto, que representa a las víctimas del ataque, eleva la petición. De hecho, para uno de los acusados, que el día anterior también había agredido a una de las víctimas, reclama 15 años de prisión por dos delitos de odio y dos de lesiones con instrumento peligroso porque usaron un spray que imposibilitó la defensa de las víctimas. El resto del grupo afronta castigos menos severos. Asi, para los otros tres acusados reclama penas de cárcel de seis años y medio, además de una compensación económica de 6.000 euros por las lesiones y 10.000 por los daños morales.
El primero de los sucesos se produjo cerca de la calle Serpis, en las proximidades de nuestra sede central. El segundo ataque, y más importante a consecuencia de las lesiones, cerca del campo de Mestalla.
Los hechos se remontan al verano de 2021 cuando las víctimas, cuatro jóvenes, se encontraban en la terraza de «La bodega la Encina», un local situado en las proximidades del campo de fútbol. Eran cerca de las diez de la noche cuando los cuatro acusados G.N., M.D., B.T. y M.M., dos de ellos de nacionalidad uruguaya y griega, se abalanzaron sin previo aviso sobre los cuatro perjudicados cuando se dirigían a su vehículo y comenzaron a propinarles golpes, sin que las víctimas tuvieran tiempo de reaccionar. Agentes de la Policía Nacional, que frecuentaban la zona de paisano, identificaron de inmediato a los agresores minutos después de la reyerta. Las víctimas sufrieron fundamentalmente golpes en la cabeza, ojos y otras contusiones en extremidades. En algún caso necesitaron collarin para recuperarse. También padecieron conjuntivitis como consecuencia del uso del spray.
Los violentos de la ultra izquierda se creen que están exentos de los delitos de odio. No es así, y lo van a aprender entre rejas.
Ninguna agresión sin respuesta.