“Consideren un edificio con una ventana rota. Si la ventana no se repara, los vándalos tenderán a romper unas cuantas ventanas más. Finalmente, quizás hasta irrumpan en el edificio, y si esta abandonado, es posible que sea ocupado por ellos o que prendan fuegos adentro”.
La estrategia para prevenir el vandalismo es arreglar los problemas cuando aún son pequeños. Cuando la corrupción, la dejadez política, la mentira, el amiguismo a costa del erario público; la falta de talento a cambio de talante, para que permitan hacer sin castigo lo que otros hicieron antes. Cuando esto es la norma de la casta política y se lleva a una nación al abismo no queda mas remedio que “la tolerancia cero”, no solo eso, también la tolerancia cero al olvido, impidiendo que nadie que robó o que se lucró a costa del pueblo en tiempos anteriores pueda quedar impune en su libertad o en el patrimonio propio o de su familia.
“Tolerancia Cero” fue lo que permitió que la tasa de criminalidad de Nueva York bajara más del 60 % con la aplicación de esta máxima, Rudolph Giuliani, Alcalde de Nueva York, lo hizo en 1.990 y tuvo éxito.
Nosotros la aplicaremos allí donde tengamos responsabilidades de Gobierno.
Tolerancia Cero a los corruptos que roban el dinero de todos mientras millones de españoles están bajo el umbral de la pobreza.
Tolerancia cero a los separatistas y separadores preocupados de mantener su chiringuito independientemente de derrumbar una nación construida durante siglos.
Tolerancia cero a los cobardes, a los acomplejados, que permiten toda sarta de estupideces por el miedo o por el que dirán.
Tolerancia cero a los partidos políticos que llevan transgrediendo las leyes desde el principio de la democracia y viviendo y despilfarrando el dinero del erario público.
Ni talante, ni tolerancia. Tolerancia cero y talento.
José Luis Roberto