Desde España2000 hemos celebrado los resultados del referéndum griego, en el que el pueblo griego en decisión democrática, ha dicho NO a las exigencias marcadas por la Comisión Europea, el BCE y el FMI.
Un Referéndum que acerca a Grecia a países de gran tradición democrática como Suiza. Ya nos gustaría que en España se promovieran este tipo de eventos que tienen cabida en la Constitución, sin que ello nos lleve a confundir torticeramente un Referéndum con un acto ilegal como el que pretende Artur Mas, pues la Nación Española, según esa misma Constitución, es indisoluble.Mucho se ha dicho en la prensa oficialista sobre la red de clientelismo político forjada en Grecia durante años por los partidos Nueva Democracia (PP) y Pasok (PSOE). Que si las prejubilaciones, que si los hijos de la viudas que cobran pensión, que si se contratan jardineros para cuidar secarrales, que si la sobredimensión de la administración con numerosos empleados públicos, etc…Por supuesto ninguna mención a los gastos ocasionados por la inmigración ilegal propiciada por las grandes empresas en Grecia durante años.
Una propaganda maniquea ésta, que ya repiten como una mantra muchos ciudadanos en la querida piel de toro, como si se tratase de un teorema que no requiere de demostración para ser una verdad absoluta. Se confunden todos ellos, al no ser conscientes que lo que ocurre en Grecia pasa también en España. O acaso no se acuerdan de las peonadas, de los jardineros y barrenderos contratados en periodos preelectorales en Planes de Integración Laboral, de las prejubilaciones que se practicaron durante años para facilitar la venta de grandes empresas nacionales, de los 1525 asesores de Gallardón siendo Alcalde de Madrid. Sí, España no es muy diferente a Grecia por mucho que presuma Mariano Rajoy, por lo que la falta de solidaridad con Grecia, mañana puede ser empleada contra todos nosotros.
Hay que decir las cosas claras a la gente, los culpables del desastre griego son los partidos Nueva Democracia (PP) y Pasok (PSOE). Igualmente serían responsables el BCE, así como el Banco privado Goldman Sachs, que falsificó durantes años las cuentas griegas, siendo Vicepresidente el tecnócrata Mario Draghi. Ninguno de estos actores ha sido sancionado, no recibiendo crítica alguna por parte de los periodistas a sueldo de Bruselas. Es más, Draghi sigue ocupando un importante cargo en el BCE, Goldman Sachs sigue trabajando con las instituciones europeas, y Nueva Democracia y Pasok, siguen siendo las formaciones políticas elegidas por la Troika para seguir llevando los designios de Grecia.
Sea como fuere, lo cierto es que la Troika pretende que la deuda contraída por algunos en Grecia, sea pagada por todos los griegos. Pongamos un ejemplo de lo que sucede realmente en Grecia: una persona llamada “Juan”, que nunca votó a Nueva Democracia o al Pasok, tiene una pequeña empresa que nunca recibió subvención alguna, pero debe pagar la deuda de otros mediante la elevación de la presión fiscal a cotas asfixiantes. Es decir, para los liberales de pacotilla de Bruselas, un individuo debe hacerse cargo de la deuda colectiva por el mero hecho de haber nacido en Grecia. Así es como se retrata su sociedad abierta, que más bien es una sociedad de jetas.
Otro de los comentarios peyorativos sobre Grecia, cacareado hasta la extenuación por los palmeros del régimen de Bruselas, ha sido la de criticar el gasto excesivo en armamento de Grecia, sin comprender que el vecino turco está en plena expansión geopolítica, como lo demuestra la ocupación de la mitad de Chipre, el conflicto del islote de Imia, así como el intervencionismo en Siria y los Balcanes. Si la UE no quiere que Grecia gaste dinero en armamento, que sea la UE la que se encargue de proteger los límites del territorio europeo.
También los hay por estos lares, que ven el referéndum en plano ideológico, observando el triunfo del OXI como una victoria de Syriza, y por lo tanto, de Podemos. Nada más lejos de la realidad, ni Syriza es Podemos, pues no se avergüenza de la bandera griega, siendo su socio de Gobierno por el bien de Grecia ANEL (un partido que en España sería tildado de “extrema derecha”), ni el 61% de los que votaron NO, son votantes de Syriza. Los hay de Syriza, de ANEL, de Amanecer Dorado, y seguramente, de otras formaciones políticas que hicieron campaña por el Nai.
Por todo ello, digámoslo alto y claro, esta pequeña victoria del pueblo griego debería ser el comienzo de la batalla de las naciones de Europa contra el monstruo de Bruselas, la Unión Europea.