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Ucrania. Capital, Belgrado.

(Dedicado a Arturo, el del frente Sur, que ha sido y es “tovarich”, kameraden”, “compagni”, camarada y siempre amigo: ¡¡¡Arriba España!!!).

Camerati, amici, compagni:

Parece que fue ayer mismo. 1999. Un nuevo “mapa geoestratégico” dominaba el mundo. No habían caído las “Torres Gemelas”. Ni se había invadido Irak. Ni Afganistán. Ni China pintaba prácticamente nada. Todo figuraba que iba a ser un “coser y cantar” para los poderes usaícos, ante un Boris Yeltsin, dipsómano y traidor a su Patria, rendido ante la seducción de un tal Bill Clinton, saxofonista criado a las ubres de una ama-severa dominanta, también conocida como Hillary, la consentidora.

La cosa iba de paseo triunfal y, además, con un arsenal de nuevos inventos bélicos, que permitían machacar al contrario -fuere quien fuere-, desde la comodidad de un ordenador sito en el Consejo de Seguridad, órgano para-constitucional de los USA,

pero capaz de decidir sobre la vida y la muerte de millones y luego irse de barbacoa a los jardines de la Casa Blanca.

Muchos drones, pocos cojones

Y es que eso de la “guerra electrónica”, “nuevas tecnologías bélicas limpias”. Y, sobre todo, la sensación de omnipotencia alevosa, que da el pegar y que no te la puedan devolver, gracias a los réditos de la famosa “star wars”, o guerra de las galaxias. Y así fue como se destruyó a un país, Yugoslavia, que, previamente, los apóstoles de la libertad de Occidente, habían destruido generando odios, dividiendo poblaciones, armando a unos y a otros y, en definitiva, debilitando a cualquier país que osara mantener su independencia desde su dignidad.

El Nuevo Orden Mundial así lo había decidido.

Y después de Yugoslavia, vinieron Irak, Siria, Afganistán, Yemen, Kurdistán, etc. Siempre bajo el mismo patrón: nosotros ponemos los drones y los misiles, vosotros ponéis la sangre y el sufrimiento.

Otros tiempos. Otros ideales

En España sabemos lo que es luchar, ir a la guerra, por unos ideales. Pero lo sabemos porque jamás hemos ido “por representantes”. Mucho menos, con los “inventos por delante”. Si se ha tenido que ir, se ha ido. Para vengar o para prevenir. Pero en primera persona.

Estos camaradas fueron a Rusia y se la jugaron. Muchos dejaron allí sus ilusiones, su salud, su vida.

De eso hace ahora 80 años. Batalla de Krasny Bor. Donde los propios alemanes afirmaron que los españoles eran grandes soldados, pese a su desaliño y cierta indisciplina natural. Así nos calificaba el general alemán de artillería Jurgens, arengando a sus tropas:
«Si en el frente os encontráis con un soldado mal afeitado, sucio, con las botas rotas y el uniforme desabrochado, cuadraos ante él, es un héroe, es un soldado español».

Salvad al soldado Sánchez

Lo que repugna de la “aktual ostkrieg”, que dirían en el “alto mando de la Wermatch”, es la cagonería disfrazada de defensa de la libertad y soberanía de los pueblos que la manada de los globalistas, con sus aliados mediáticos, demuestran ante un conflicto, una guerra que llevaba años larvándose, bajo la batuta de los “servicios secretos” de USA y sus revoluciones de terciopelo, absolutamente encantadas de las “revueltas guay”, “de colorines: la naranja, la verde, la azul… todos con sus lacitos”, que desplazan a tiranuelos desafectos,

y nos permiten poner a los “coleguis”, convenientemente untados, bajo la égida de un imperio decadente, incapaz de defender a quienes ponen en el poder, y si no que se lo digan a las mujeres de Afganistán, tan solas sin la ayuda de Irene Montero.

Todo esto de Ucrania vs. Rusia le ha venido al pelo a nuestro Presidente falaz, porque así, ya tiene excusa para que nos aguantemos con la subida de precios y la megacrisis económica que nos espera -que ya está aquí-, pese a los “chutes” de dinero falso, porque falsa es la donación y falso los objetivos.

Y es que a él lo Ucrania vs. Rusia le importa mucho. Lo de España y lo de los españoles, bastante menos. Y respecto a la impunidad, pues para eso están los indultos a los líderes sepa-rratas. El caso es ponerse obediente, como todo el resto de “mandarines” europeos, y en primer tiempo de saludo para, en su caso, mandar a la muerte a soldados-OTAN, que, como recordaréis, se trata de una alianza militar del Atlántico Norte, que queda bastante lejos de las llanuras de Ucrania y del mar Negro, si mis libros de geografía no me engañan. Claro, que como eran franquistas, igual estaban falsificados y el Atlántico Norte está en Kiev.

Pedro, cuidado con los pueblos que defienden su Historia

Mira Pedro, las naciones que son capaces de integrar en su existencia lo bueno y lo malo, porque todo forma parte de ellas mismas, son -como te gusta llamarte a ti mismo, pedazo de pedante-, “resilientes”. Y, resulta Pedrito, que los rusos sí que saben conservar su historia. Y si en el pasado fueron zaristas, luego marxistas, comunistas, y por último rusos nacionalistas, a secas,  “a calzón quitado”, deberías saber, panda de golfantes, que van a resistir las sanciones. Igual que hicimos los españoles cuando nos intentaron aislar las “potencias occidentales” tras la II Guerra Mundial.

Yo aún recuerdo aquella pancarta de 1946 en la plaza de Oriente, vencidos y vencedores, juntos, ante el bloqueo a España, y la retirada de embajadores “occidentales”, que decía… “Si ellos tienen ONU, nosotros tenemos DOS”:

Os dejo una interpretación bellísima de una canción rusa, eslava, “Katyusha”. La hace una niña, con uniforme, con lazos en el pelo. Y con su patria en el corazón:

https://youtu.be/VqDquXWX4Hg

¿Os enteráis, Pedro y demás adláteres otanistas blandurrios?, ¿Aún no?. Pues cuando bajéis a tierra enseguida lo haréis.

Vuestro Otto: