Coincidiendo con el comienzo de las fiestas de Castellón, un grupo de militantes de España 2000 y Juventud Nacional se disponían a subir a la ermita de la Magdalena para disfrutar de una jornada de camaradería en plena naturaleza, cuando, sorprendentemente, fueron interceptados por tres furgones de la Policía Nacional.
Estuvieron retenidos durante más una hora sin motivo aparente, siendo cacheados e identificados como si de delincuentes se tratara. Les requisaron las banderas y las pegatinas del partido que llevaban, por que según ellos la cruz celta o estar en contra de la islamización de España podría ser delito de odio. Un auténtico disparate sin ningún recorrido.
Los mercenarios de Marlaska siguen reprimiendo a los Patriotas mientras la delincuencia y los índices de criminalidad aumentan de forma alarmante por culpa, en gran medida, de la inmigración ilegal.
No nos van a detener y haremos lo que sea necesario para que nuestros derechos fundamentales sean respetados.